El blog d'en Joan Ferran

8.2.24

ARDE EL CAMPO, SUFRE LA CIUDAD

 




AGRICULTORES ON FIRE 

 Hubo un tiempo en España en el que las agitaciones campesinas, la polémica sobre la propiedad de la tierra y las cuestión agraria marcó la accion política e institucional de los gobiernos de turno. De eso hace mucho tiempo y hoy en los medios de comunicación ya nadie recuerda los avatares de aquel campesinado insurgente. Nadie habla de campesinos; se lleva más citarlos como agricultores, ganaderos o granjeros. Precisamente son los herederos de aquellos hombres del campo los que estan en pie de guerra en media Europa y, en breve, lo van a estar también en España. En París, Berlín, Bruselas y otras ciudades los tractores colapsan las calles y bloquean autopistas. El problema ya no radica en la propiedad de la tierra como antaño, sino en determinadas políticas económicas de la Unión Europea y en los acuerdos de libre comercio que Bruselas ha firmado con terceros países. Se quejan los agricultores del mercado desregulado que permite importar productos extracomunitarios a bajo precio contra los que ellos no pueden competir. Así las cosas, lo peor que le puede pasar al proyecto europeo es que su ciudadanía empiece a pensar que formar parte de la UE genera más inconvenientes que ventajas, que lo de Ucrania y la sequía no lo justifica todo y que, a fin de cuentas, nadie defiende sus intereses. El ministro de Agricultura, Luis Planas, debe mover ficha de inmediato aquí y en Bruselas. En España, aunque sea por mimetismo, la situación del campo ya ha devenido un grave problema.