El blog d'en Joan Ferran

2.9.09

LA MANO DURA DE ALBERTO FERNANDEZ DIAZ


Un sheriff para Alberto

No me quejo de las fotografías publicadas por El País acerca de la prostitución en el mercado de la Boquería. Muestran la realidad, nuestra realidad, la de nuestro mundo marginal atacado por el paro y la explotación. Ejercen aquella noble función de denuncia inherente al buen periodismo. Ahora bien, y sin que ello sirva de excusa, conviene constatar que en casi todas las metrópolis del mundo se encuentran muestras de marginación, droga, prostitución y delito. Barcelona no es una excepción. Nuestra ciudad no ha sido nunca un paraíso puritano, pero tampoco un infierno del sexo donde las buenas costumbres hayan desaparecido dando paso al vicio desenfrenado de pago. No. Barcelona tiene los mismos problemas que Roma, Ámsterdam, Madrid… Barcelona contempla prostitutas en las calles al igual que en Paseo de la Castellana, la Red de Carreteras del Estado y algunas mansiones sardas. ¿Justifica ello la situación? No, claro que no. Ahora bien, es injusto descargar, en exclusiva, sobre el Ayuntamiento de Barcelona el peso de la cuestión. Los expertos en políticas sociales nos aconsejan acciones más eficaces, elaboradas y duraderas que la simple represión que lo único que consigue es trasladar el problema de un lugar a otro sin atacar la raíz. Estamos hablando de combinar adecuadamente políticas sanitarias, de orden público y de extranjería, entre otras, conscientes de que esta lacra es inherente al sistema.
Pero parece que para algunos políticos todo vale. Alberto Fernández Díaz –Trias, más tímidamente, pero también- intentan explotar sin escrúpulos la situación para erosionar al alcalde Jordi Hereu y su gobierno. Legítimo todo ello pero sólo hasta un cierto punto. Lo realmente intolerable es que Fernández Díaz nos ofrezca recetas calcadas de aquellas que practicaba el Sheriff de Coslada. Amigo Alberto, no todo vale. “Mano dura”, como tu planteas, pero para aplicarla en primer término a traficantes de trajes y mortadelos –o mortadelas- fracasados. La fuerza bruta por si sola no resuelve, no convence, no evita que ,de aquí, el problema pase a allá en un circuito sin final.