ANGEL COLOM "EL QUINTACOLUMNISTA"...

La inmigración como arma

Àngel Colom, por mucho que lo intente, no volverá a ser jamás lo que fue. Aquel joven barbudo y contestatario ha dado paso a un personaje fondón que ha abandonado el espíritu contestatario que le caracterizaba para devenir un paladín de la intolerancia, el huevo de la serpiente, un fabricante de anatemas. El amigo de Félix Millet, y de los amigos de Millet, lejos de devolver presto el dinero afanado a la cultura catalana, se ha prodigado en reuniones, fiestas y eventos celebrados por las comunidades inmigrantes que han recalado en Cataluña. Nada que objetar al respecto si no fuera por las ambiciones subterráneas del grupo político que le ha dado cobijo o el interés mezquino que les mueve.
Àngel Colom no volverá a ser jamás lo que fue pero puede convertirse en otra cosa, en la quinta columna que promueva la desazón, el desánimo y el enfrentamiento entre los que llegaron de fuera salpicando, de paso, a los afincados aquí. Maná puro para Anglada son las palabras de Angel. Las peregrinas ideas del quintacolumnista Colom respaldadas por la cúpula de CDC planteando deportar e inhabilitar Imanes son susceptibles de degenerar hasta el extremo de convertirse en un serio problema de convivencia, en caldo de cultivo xenófobo. La sospecha, la persecución del diferente y su linchamiento están servidos. Colom pretende obviar, por intereses partidistas, que nuestra sociedad está suficientemente dotada legislativamente para castigar el delito. El código penal vigente es válido y suficiente. Y si alguien delinque, sea imán o rabino, debe pagar por ello y no por el credo que se le suponga. Pero lo más peligroso de las propuestas de Angel Colom es su irresponsabilidad. Sus palabras no son un hecho aislado. Son la punta del iceberg. Ya son excesivas la coincidencias :Cunit, Lleida, Vic, las declaraciones de Duran Lleida…­ Aqui hay gato encerrado.
A Àngel Colom le resulta fácil aparentar afecto al diferente, al recién llegado, mientras socava, destruye o divide. Quizás habría que sugerirle un período de silencio, reflexión y trabajo destinado a devolver el dinero que le fue prestado en lugar de encender los ánimos de un país que no es estúpido ni esta fatigado.