MARIHUANA
Sin las herramientas adecuadas se puede hacer un trabajo correcto y aceptable, sin duda, pero rara vez se logra la excelencia. Y ‘excelencia’ es una palabra que con demasiada frecuencia está en boca de nuestros políticos para vendernos la bondad de su gestión. El presidente Jordi Pujol solía utilizarla cuando quería poner en valor la acción de su gobierno, en la actualidad el término parece estar en desuso. Si ustedes repasan las noticias de los últimos meses, podrán comprobar la exitosa labor de los cuerpos de seguridad decomisando alijos de droga y localizando plantaciones de marihuana. Pues bien, llegan avisos de que el eficiente trabajo del cuerpo de los Mossos d’Esquadra corre el peligro de morir de éxito. La falta de recursos y condiciones de almacenamiento ha devenido un obstáculo para lograr la tan ansiada excelencia. Dicen los expertos que Cataluña se ha convertido en uno de los mayores productores de hierba de Europa. Son tantas las toneladas de marihuana decomisadas, tantos los restos vegetales acumulados y tantas las plantaciones a desmantelar, que la gestión de lo aprehendido genera problemas en la actividad cotidiana de la policía. ¿Soluciones? Las hay: O los jueces autorizan la destrucción y quema de lo incautado, o la Conselleria de Interior pone en funcionamiento un silo gigante y protegido para custodiar lo confiscado. Los mossos desean seguir cosechando éxitos, pero no morir de él. A la cucaracha de la canción ya no le falta marihuana para caminar. ¡Le sobra!
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