TOCA CATALANAS
La campaña electoral ya está aquí. Ustedes y yo sabemos que nunca se fue y que seguirá con sus golpes bajos más allá de las elecciones catalanas. Ignoro, como es obvio, lo que nos va a explicar el lunes Pedro Sánchez. Mientras tanto les sugiero que se relajen y sigan con atención las propuestas de los candidatos en liza. Afortunadamente, a pesar del fango ultra, aún vivimos en democracia. Quince días más de campaña nos van a servir para reflexionar y protegernos de personajes expertos en jugar sucio, en practicar el aventurerismo político y reactivar conflictos identitarios. El resultado de los comicios vascos, más allá del reparto de escaños, nos muestra que las prioridades y preocupaciones de los ciudadanos evolucionan y cambian. Como también cambian y se adecuan a las nuevas realidades las formaciones políticas que desean gobernar. Urge acabar con el ventilador y la inestabilidad política. Las urnas premian a los partidos útiles que son capaces de aparcar las recetas maximalistas y apuestan por los temas que tienen que ver con la vida cotidiana. En Euskadi las formaciones que han optado por pactar, o normalizar su presencia en las instituciones, han cosechado buenos resultados. ¿Y en Cataluña? La prueba del algodón que han de superar los participantes en las elecciones del 12 M va a ser su voluntad de tejer pactos de estabilidad y gobernanza capaces de afrontar las asignaturas pendientes que tiene el país. Aquí y ahora toca hablar de educación, sanidad, sequía...
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