El blog d'en Joan Ferran

8.10.11

DURAN LLEIDA O EL FARISEISMO DEL SIGLO XXI



La incontinencia verbal con la que últimamente se prodiga Duran Lleida es un flaco favor a la convivencia. Hace escasos días levanto las iras de muchos ciudadanos, incluso de su propio partido, al comentar frívolamente algunos temas relacionados con la emigración. Hoy ha remachado su desacierto formulando desafortunados comentarios acerca de los ciudadanos andaluces. Me avergüenzan -como catalán que soy- estas salidas de tono de un político que no solo presume de corbatas sino, también, de ser el más valorado por la ciudadanía. Me sonroja su afán desmedido por hacerse un espacio en los medios de comunicación a cualquier precio. No todo vale. Pero, dicho esto, creo que las palabras de Duran Lleida no son un desliz; como tampoco lo fueron las recientes declaraciones de Artur Mas acerca del acento, ininteligible a su entender, de los escolares andaluces y gallegos. No, ya no creo en la casualidad. En el sustrato del pensamiento político de algunos nacionalistas subyace una doctrina que conduce inexorablemente a penalizar lo diferente, lo que no es autóctono, lo que carece de pedigrí, lo que no es propio... Las afirmaciones que hemos oído, y leído, estos últimos días en boca de los próceres convergentes supuran desprecio al diferente, encienden pasiones destructoras de la convivencia.
Se excusara Duran, ya lo verán: Confesara su pecado implorando comprensión y aduciendo alguna que otra circunstancia interpretativa o atenuante. Ejercerá nuevamente el más perfecto de los estilos farisaicos pero, tarde o temprano, volverá a las andadas porque la política que practica lleva en los genes el desprecio a los diferentes. Este hombre, en el fondo, es más dañino que Albiol. A Albiol, por lo menos, se le ven las intenciones porque da la cara .