DURAN LLEIDA SE QUEDA SIN ASUNTOS EXTERIORES.

DURAN ES ASI...NO LO DUDEN

Si alguien piensa que lo de Duran Lleida es un desliz se equivoca. Duran piensa eso y más. El dirigente democristiano amaga, bajo su elegancia de traje caro y hospedaje de lujo, una ideología que combina las peores recetas del nacionalismo excluyente con el desprecio a las clases populares. Un ego desaforado, y un elitismo sin parangón, hacen del personaje en cuestión un individuo nada recomendable como amigo y como político.
Sus excelentes relaciones con poderes económicos, grupos de presión, lobbies y agentes mediáticos han permitido a Duran Lleida permanecer incólume al desgaste de imagen que padecen otras personalidades públicas. Pero todo tiene su fin. La actitud reincidente en el error solo puede obedecer a dos factores muy distintos entre sí pero complementarios a fin de cuentas.
Uno, la desesperación ante un posible fracaso electoral que le lleva a declaraciones extemporáneas y sin control. Factor que no considero creíble porque Duran siempre ha calculado fríamente su proyección mediática.
Otro, la plena conciencia y determinación de que le conviene esa actitud, provocadora e insultante, para recolectar el voto de sectores que se identifican, subterráneamente, con sus palabras. Estoy convencido de que Duran atiza, y atizará, las bajas pasiones del subconsciente nacionalista para evitar la fuga de votos hacia los populares. Le da igual romper y rasgar la convivencia. Él siempre ha sido una figura que ha fagocitado todo cuanto se ha movido en su entorno con tal de reinar. La atmosfera enrarecida que pueda crearse en el país le trae sin cuidado.
Duran ha interiorizado que ni él, ni CiU, van a ser imprescindibles para garantizar la entronización de don Mariano. Tras las declaraciones de los últimos días tengo la convicción de que la carrera ministerial del democristiano se ha acabado por un tiempo. Su “carrera” va a ser la de San Jerónimo: arriba y abajo, pero comprando caramelitos violeta, frustrado y sin ministerio de Asuntos Exteriores.