BOCHORNO
Bochorno. Humedad ambiental y ropa pegada a la piel. Calor intenso y nada de aire fresco para respirar, para sacudirse de encima el hedor de moho y orín instalado en algunos rincones de la ciudad.
Bochorno atmosférico y bochorno político. El patriarca, otro tiempo tótem en vida del nacionalismo conservador, ha dejado de ser puro, ha devenido un gran pecador. Una simple confesión ha bastado para condenarle. Apologetas, aduladores, tertulianos y escribas a sueldo de todo tipo y condición se rasgan las vestiduras y le dan la espalda los muy ingratos. Se muestran sorprendidos. Dicen sentirse decepcionados, traicionados, vendidos… Tanto sepulcro blanqueado me subleva. Fingen desconocer que el viejo patriarca tenía hijos en acción; simulan desconocer la teoría del tanto por ciento; alegan ignorancia cuando, todo a su alrededor, era pura constancia… Ahora ya teorizan que el nervio de la nación nunca es ni ha sido un solo hombre, que venimos de lejos y vamos más allá, que el denominado ‘procés’ es imparable. Incluso el biógrafo oficial del gran timonel catalán sostiene que el pecado del prócer es de omisión, que eso de andar tan obcecado en los temas de la patria le distrajo de la familia y de las obligaciones con el estado. No así –recordando a Engels- de la propiedad privada, claro.
Bochorno. Dimes y diretes acerca de si va a ser que sí o que no eso de sacar las urnas el 9N. Declaraciones contradictorias de los miembros del Govern y de sus intérpretes en la tierra mientras sigue muriendo gente en la N-340. El ébola viaja despiadado sin entender de vallas melillenses, nacionalismos ni fronteras.
El hombre del tiempo cuenta, en una tele doctrinaria, que ha refrescado y la sensación de bochorno se ha aliviado. Sí, claro, atmosféricamente todo es posible pero desgraciadamente, en la política de este país el bochorno sigue y sigue. Pero no se apuren por ello, un conseller tránsfuga –en ausencia del patriarca- abre los cursos de verano en Prada. Otro nos garantiza que los tiburones avistados en Altafulla ya se han alejado mar adentro y los ciudadanos podrán mojarse sin temor alguno… Bochorno.
<< Home