El blog d'en Joan Ferran

13.6.22

FALTA SENSATEZ

 

CRUCEROS





 Vuelven los cruceros a los puertos españoles y con ellos llega también la polémica sobre los efectos colaterales y no deseados del turismo en nuestro país. Parece que hemos olvidado que hace apenas unos meses llorábamos, con amargura, por la ausencia de los visitantes que daban vida a nuestros restauradores, guías, taxistas, centros comerciales y un largo etcétera. Tenemos la memoria algo corta y la capacidad de resilencia demasiado mermada. Dense un paseo por las calles del centro de la ciudad y comprobarán el extraordinario número de locales comerciales en venta o alquiler. Locales muchos de ellos que con anterioridad habían albergado negocios viables y prósperos. La pandemia golpeó cruelmente la economía del país y la ausencia de visitantes mandó a los ERTE a miles de empleados. Eso comienza a revertir a pesar de la guerra de Ucrania. Pero para completar la jugada necesitamos turistas, cruceros e inversiones. ¡Ojo! No a cualquier precio. No planteo una política de barra libre, pero sí una de regulación y pacto basada en la empatía, en la ausencia de estériles prevenciones ideologizadas. Cuando el presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, nos cuenta que los cruceros dejan anualmente más de 1000 millones de euros en la ciudad y dan empleo directo a más de 9000 personas, hay que medir bien las palabras. Otra cosa es que el Ayuntamiento exija que se supervisen y controlen las emisiones de óxidos de azufre para que se cumplan los parámetros recomendados por la OMS.