SOBRE LA RISA Y LOS JUEVES (reflexión)

CARLES NAVALES
Publicado en la Razón

Reírse de sí mismo

Escribió Aristóteles que: “El recién nacido únicamente adquiere la condición de “persona” cuando empieza a sonreír”. Quizá, porque es persona: “Un hombre alegre es siempre amable”, dijo Máximo Gorki. Julio César, fue más taxativo: “Quién nunca ríe, no es hombre serio”. Y, añado: “La grandeza de la risa está en reírse de uno mismo”.Con la tan comentada portada del semanario “El jueves” quizá cierta gente se haya desternillado, otros se la tomen a risa, o la risa canina haya sido la reacción de algunos. Y es que el humor de estilo chocarrero nunca concita la unánime carcajada del humor inteligente. Ya reza el dicho que, a veces: “De la risa al duelo, un pelo”. Quizá si en vez de chocarrería hubiera transpirado inteligencia, la fiscalía no se hubiera ocupado del tema.

A propósito de aquellas viñetas sobre Mahoma, el prestigioso director de “Le Nouvel Observateur”, Jean Daniel, dijo que respetaba la línea de cada revista, pero que en la suya nunca permitiría algo así. Sabia reflexión. Y es que cuando el humor es grosero, suele inscribirse en una constante: sus autores son incapaces de reírse de sí mismos; tan sólo saben ridiculizar al otro. Y esa es la negación de todo gran humorista. Desde los primeros payasos de los que tenemos documentación, pasando por Charles Chaplin y acabando en nuestro Pepe Rubianes, reírse de sí mismo es lo que les da grandeza. Recordemos aquella portada, que ya es un clásico: “La Codorniz declara la guerra a Inglaterra”; sin duda era la revista más audaz para el lector más inteligente. O el impagable aullido de “Hermano Lobo: revista de humor dentro de lo que cabe”, apostillaba. O el Perich, humor sin concesiones: “Pienso, luego si se enteran dejo de existir”. ¿Cuándo volverá el humor inteligente a tener su revista?: “¡Uuuuu!”, respondió el lobo.