PARA PILAR RAHOLA DESDE MI "PROGRESIA"

PARA PILAR


Debo ser algo masoca. Me gusta el estilo literario de Pilar Rahola incluso cuando se mete conmigo, cuando dice injustamente que la calumnio. Confieso que no lo pretendo ni lo deseo. Me gusta el hilo narrativo de los artículos que teje Pilar. Es como bailar un bolero. Es esa sensación de sentir la calidez de una mano en la espalda y percibir que, suavemente, aprieta y aprieta hasta ajustar. Dice Rahola que algunos se refugian en retóricas vacuas defendiendo a populistas demagogos y causas infames. Es probable que eso ocurra. No lo discuto. Pero no es menos cierto que otros, arropados en simpatías étnico-religioso-políticas anatemizan al adversario en exceso. Cuando Pilar habla de los sátrapas y de la falta de derechos humanos en algunas sociedades no hay nada que objetar. Cuando se intuye que generaliza, quizá sí. De minaretes, como de campanarios, los hay de todo tipo: unos van de piadosos y otros pueden contener la semilla del odio. Sabe Pilar que toda religión tiene en nómina su cupo de fundamentalistas; Nadie se libra de ellos. Sabe también, mi querida amiga, que la violencia genera violencia y la explotación impulsa la radicalidad entre los desesperados. Sabe que desde la comodidad de Occidente es difícil comprender, en su totalidad, las reacciones de los otros mundos que están en éste.

Cataluña y España están bajo los efectos de una crisis económica que desata un deporte cruel y mezquino: la caza del culpable. Practican esta disciplina los ansiosos por volver al poder y los radicales que desean expulsar “al extraño”. Y es en esas circunstancias cuando se impone cuidar los mensajes y medir el lenguaje. Algunos políticos que buscan el voto fácil practican la islamofobia porque es un deporte simple basado en el miedo. La más terrible derrota de la libertad es aquella que se da cuando se marca al ser humano por motivo de raza o religión. No pretendo acallar ningún debate ni obviar ningún atropello contra las personas. Los discursos de Ahmadineyad no me interesan y me repugna la lapidación… Ahora bien, aquí con la que está cayendo, no es mucho pedir el trazar una línea nítida que no confunda la parte con el todo.

A Pilar Rahola muchos la leen por lo que dice y cómo lo dice. Tiene proyección y genera opinión. No creo que sea una calumnia ni una grosería pedirle que –desde su libertad- module. Se lo pido con respeto y afecto. Si lo hace, si lo hacemos, será una contribución a la concordia. No lo duden.