Comentario de Miquel Escudero para El Heraldo de Aragón del libro 'Esperando a Noé entre el Diluvio y la independencia'
En el prólogo, Francesc de Carreras dice: "Político peculiar en estos tiempos –es culto, de sólida formación intelectual, escritura brillante y verbo afilado–, Ferran nunca ha buscado la comodidad del cargo sino que lo ha utilizado como instrumento para defender razonadamente sus ideas en el seno de su partido".
Es cierto que Joan Ferran, histórico dirigente del partido socialista, se mueve contra cualquier abstracción e ideología que aleja al hombre de lo humano. Este espléndido ensayo analiza los meses previos al falso referéndum que se hizo en Cataluña el 9 de noviembre pasado, una corriente irracional que empujaba ‘sin remedio’. Y contrasta lo que se decía ahora con lo que hace 80 años se publicaba en el diario republicano ‘El Diluvio’; el lector se llevará sorpresas. Un ejercicio que tiene en el horizonte al mito de un personaje justo y bondadoso capaz de salvarnos del naufragio y conseguir la reconciliación.
Joan Ferran ve el nacionalismo como "el final de la política porque plantea que solo hay una forma ‘normal’, la suya, de ser miembro de una comunidad". Sólo piden el derecho a decidir su obsesión contagiosa, pero "no hacemos un referéndum sobre nuestros horarios, no votamos acerca de los recortes, no votamos acerca de la pérdida de poder adquisitivo". "Seamos sinceros de una puñetera vez. Europa no está para bromas secesionistas".
Y Ferran sostiene que sólo restablecer "la validez del ciudadano solidario, hermano del resto de los hermanos, desatento a los mitos de la tribu, nos da alguna esperanza de cara al futuro
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