El blog d'en Joan Ferran

22.3.15

LAS CLAVES LAS TIENE COLLBONI





¡QUE VIENEN LAS ‘MUNICIPALES’!



A escasas semanas de unas elecciones municipales, aún con la resaca de los resultados andaluces, todo bulle en los cuarteles generales de las distintas candidaturas en liza. Se prodigan los actos públicos de los partidos, las convenciones y las declaraciones de principios. Algunos -como el alcalde Xavier Trias, sin ir mar lejos- incluso se aventuran a prometer futuros perfectos en arcadias felices cuando han sido incapaces de gobernar la cotidianidad con criterio y autoridad. Pero la vida es así, qué le vamos a hacer. Artículos de prensa tendenciosos no faltan; tampoco discos solicitados y alguna que otra protesta vecinal...
 
Pues bien, a lo largo de los últimos días también ha sido noticia la política de fichajes para acompañar en las papeletas de votación a los cabezas de lista. El anuncio, a bombo y platillo, de la incorporación a esas candidaturas de personajes procedentes del mundo de la farándula ha dado que hablar. Poco importa el brillo y la idoneidad de estos comediantes. Sus padrinos han optado por la táctica del espectáculo y ahí están. Olvidan que en política, a la corta o a la larga, aquel que se disfraza y finge ser quien no es corre peligro de desorientar a amigos y conocidos.
 
El combate por la alcaldía de Barcelona no ha hecho más que comenzar. Todo el mundo sabe que su trascendencia va más allá del ámbito de la ciudad condal. Algunas de las viejas e históricas marcas que aspiraban a gobernar la ciudad se han difuminado con el paso del tiempo y los avatares de la historia. Pienso, por ejemplo, en la buena gente de IC que compartió durante muchos años proyecto de ciudad con el PSC y hoy son como un azucarillo que se diluye en un magma de difícil catalogación ideológica. Pienso también en aquellos republicanos activos, de sólida cultura municipalista, que se han visto desplazados por predicadores de un culto legítimo pero extraño a las inquietudes de la ciudad. Y, ¡Cómo no! Reconozco la sempiterna existencia de uno de los Fernández Díaz, cual esfinge imperturbable ante el paso del tiempo, pugnando de nuevo por un puñado de votos ciudadanos… Unos cantan su vieja canción de siempre, otros desertan de ser quienes fueron mientras terceros piden paso con altanería.
 
  Pues bien, ante los oportunistas que pretenden heredar las mieles de tiempos pretéritos para justificar su discurso presuntuoso, permítanme una afirmación categórica: El candidato a la alcaldía de Barcelona que posee las claves del relato de los mejores años de la ciudad y forma parte de su árbol genealógico tiene nombre. Se llama Jaume Collboni.