El blog d'en Joan Ferran

27.1.13








QUE LA MODA NO TE ACOMPAÑE



Isaac Deutscher, en su magnífica obra titulada “Herejes y Renegados”, nos cuenta como en cierta ocasión Ignazio Silone bromeando con Palmiro Togliatti -destacado dirigente comunista italiano que participó en nuestra Guerra Civil- le dijo que la lucha final sería entre comunistas y excomunistas. Tanto Silone como Togliatti evolucionaron y cambiaron la forma de ver el mundo que les rodeaba.  Ambos, en mayor o menor medida, abandonaron las verdades reveladas del comunismo estalinista para recalar en una práctica política y vital distinta a la originaria. Sin embargo un hilo conductor confeccionado en base a convicciones, valores y coherencia jamás les abandonó.
 Han pasado muchos años desde que Deutscher escribiera sus libros sobre Liev Davidovich Bronstein. Las diferencias entre aquel momento histórico y la actualidad son tan notables como profundas. Me dirán que las reflexiones del viejo historiador trotskista se han apolillado y no son válidas para analizar el presente. Quizás sí, pero pueden sernos útiles para comprender las razones subjetivas, y también materiales, que hacen posible que un individuo convencido y afín a un proyecto político se convierta en un adversario, en un enemigo, en un servidor de nuevos príncipes.
. Actualmente, en nuestra querida Catalunya, uno puede llegar a pensar que no hay en liza proyectos ideológicos (¿La independencia lo es?) y que son pocos los que meditan en clave colectiva pensando en los demás. Parece que la crisis y el paro sean temas secundarios y que la economía vaya viento en popa. Y no. La sospecha de que muchos barruntan solo en sus posibilidades de ocupar espacios de influencia, o poder, está a la orden del día y presentes en la ciudadanía. Personalidades que en otros tiempos se forjaron a contracorriente y en las luchas sociales, hoy reniegan de sus orígenes y se suman a la moda dominante tanto en las tesis económicas como en las identitarias.
 ¿Es aceptable el oportunismo de los apostatas? ¿Y la de los que persiguen la fórmula mágica para perpetuarse en la política activa adoptando el universo simbólico de los, anteayer, adversarios? Asqueados con tanta corrupción y cambalache solo nos faltaría tener que asumir que nada es lo que parece en el terreno de las ideas y los proyectos políticos, que las modas son el criterio a seguir, que una corriente irracional te empuja sin remedio…
Aquel anglo-húngaro, Arthur Koestler, que participó como periodista en la Guerra Civil española y que alguien califico como “el comunista romántico“nos dejó dicho lo siguiente:
“Cuando uno ha renunciado a un credo o ha sido traicionado por un amigo, lo que funciona es el mecanismo opuesto. A la luz del conocimiento posterior, la experiencia original pierde su inocencia y se macula y se vuelve agria en el recuerdo”.
Así las cosas cabe desear que la moda no nos nuble el entendimiento, que la torpeza no nos agrie ni el presente, ni el recuerdo.