PILAR RAHOLA ESCORA Y VUELCA
Comprendo que Pilar Rahola, con los años, las amistades y los avatares de la política, se haya derechizado. De aquella ‘revolucionaria’ amante de los gatos, que se escindió por la izquierda de ERC, queda poco. Ahora ya forma parte del star system del país y de la galaxia neo convergente. Publica libros, novelas y toda suerte de panegíricos protagonizados por presidentes de la Generalitat. Descubrió en su día las bondades de Artur Mas, alaba a Carles Puigdemont y su asignatura pendiente -por lo que se intuye- es localizar, escribir y popularizar las virtudes ocultas de Quim Torra. No me sorprende la senda que ha tomado Pilar hacia el conservadurismo patriótico. Cuando se gana unos once mil euros al mes, solo en los programas de la CCMA, uno tiene la tentación de aburguesarse. Si a ello le suman los sueldos que pagan los Godó, y otras colaboraciones, sobran los comentarios. ¡Ojo! Cada uno administra como quiere su opción vital y, como es obvio, eso debe respetarse; pero siempre y cuando el interfecto/a no intente dar al resto de los mortales lecciones de ética, o moral. Jordi Pujol lo hizo y acabó como acabó.
No voy a entretenerles a ustedes contándoles historias sobre doctorados inexistentes. Tampoco voy a hablarles de los Tous, ni de las paellas con Trapero, ni de su servil entrevista a la señora Marcela Topor. ¿Para qué? El personal sabe que Pilar Rahola escribe bien, pero también advierte que hay algo en ella de circo mediático que recuerda, inevitablemente, a ‘Sálvame’.
Ando enojado con la Rahola. Me agota su tediosa omnipresencia en pantalla. Me molesta el estridente acoso y derribo que emplea contra sus oponentes en las tertulias. Me cansa con esa matraca anatemizadora que gasta rebosante de autoritarismo y autosuficiencia. Pero permítanme que concrete, aun más, mi cabreo con esta señora que escora hacia la derecha sin descansar. Su silencio cómplice ante la muerte de decenas de palestinos por disparos del ejercito israelí no es de recibo; su agresiva beligerancia contra todo personaje político crítico con el independentismo tampoco. Rahola no deja títere con cabeza. Ataca con virulencia a Arrimadas, a Albiol, a Colau y Domenech, a Iceta y Pedro Sánchez… Ha conseguido convertirse en un ente sincrético mitad sibila -alimentada por las fuerzas ocultas del procés- mitad señorita Rottenmeier dispuesta a castigar a cualquiera. Si creen que exagero les sugiero la lectura de uno de sus últimos artículos aparecidos en La Vanguardia titulado: ‘Obcecación’. Es el paradigma del resentimiento y la rabia, y tiene como objetivo dinamitar la figura del socialista Pedro Sánchez.
Que Pilar Rahola se haya escorado hacia la derecha chovinista intolerante me trae sin cuidado, es su opción, allá ella. Ahora bien, debería saber que los que no comparten sus ideas merecen el mismo respeto que ella reclama para terceros.
Pilar Rahola escribe bien, cierto, pero está perdiendo la frescura y la elegancia que en otro tiempo poseyó. Cuando un creador, un escritor o escritora, muta de piel y se convierte en un propagandista pone en peligro su credibilidad. Quien tanto escora puede volcar.
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