¡Viva de la Vega!

Dicen que fue en 1919 cuando apareció por primera vez la historia de Diego de la Vega, El Zorro, en la revista All Story Weekly. Durante el día, el señor De la Vega simula ser un aristócrata conservador, pero al caer la noche, oculto bajo una máscara y envuelto en una capa, se convierte en El Zorro, defensor de los humildes y enemigo de los tiranos que fustiga con su látigo y marca con la Z.

Sin máscara ni espada nuestra Fernández de la Vega ha marcado para siempre a un grosero Zaplana allí donde más duele. En escasos segundos ha demostrado cuan malediciente, insolvente y machista puede llegar a ser un diputado popular cuando deja aflorar lo que guarda en la recámara de su cerebro. Mis respetos a María Teresa Fernández de la Vega, primera mujer desde abril de 2004 que es vicepresidenta primera del gobierno de España, además de Ministra de la Presidencia. Mi consideración para el baluarte más sólido del gobierno Zapatero, capaz de plantar cara al PP al tiempo que muestra una extrema sensibilidad hacia los problemas sociales. Su visita a las Canarias da muestras sobradas de su cercanía y compromiso con las personas.

Probablemente Isabel Allende no narrará las aventuras políticas de mi ministra favorita. Es difícil que ello ocurra pero las estocadas verbales de Maria Teresa han marcado la cara de la derechona española. Sus palabras quedarán para la historia en las hemerotecas y en el diario de sesiones del Congreso. La elegancia de nuestra súper ministra no se ciñe a su atuendo, la trasmite también con el verbo y nos gusta.

¡Larga vida a la Sra. De la Vega!