NO SOLO DE CONSULTAS VIVE EL HOMBRE
Mientras miles de trabajadores catalanes llenan las calles enarbolando banderas y pancartas contra el paro, los recortes y las draconianas medidas impuestas por el gobierno central y el autonómico, Artur Mas, de nuevo, huye hacia adelante. Lo hace convocando para el próximo lunes una reunión de los partidos que se han mostrado dispuestos a bendecir el denominado ‘derecho a decidir’. La cumbre en cuestión pretende ser, para Mas y su gente, el embrión de un ‘Pacte Nacional pel Dret a Decidir’. Es decir, algo similar a un órgano permanente de colectivos, entidades cívicas, agentes sociales, partidos e instituciones destinado a suministrar munición y blindaje a un presidente que es incapaz de aprobar los presupuestos de la Generalitat.
La actitud displicente del Govern me parece grave y peligrosa a la vez. Sin luz verde para los presupuestos la Generalitat cierra las puertas –por ejemplo- a los anticipos del Fondo de Liquidez Autonómico que precisa para hacer frente a pagos inmediatos. Con la supeditación de Mas a la retórica y al programa máximo que le exige Junqueras nos deslizamos, como país, hacia el desastre. Por mucho que el President intente protegerse tras el escudo humano, que le presten algunos sectores bienintencionados de la llamada sociedad civil, sus improvisaciones como gobernante van a quedar de manifiesto. Y lo más triste de todo ello, amigos lectores, es que Artur Mas tolera el juego de una ERC que solo piensa en obtener réditos electorales de la angustiosa situación económica social que vive la ciudadanía. Si tímido y sin brío el PSC ante tanto despropósito calla, u otorga, será cómplice de un disparate.
Que el gobierno de Rajoy anda escaso de ideas y deviene incapaz de concertar acuerdos contra la crisis es una evidencia; que los escándalos y las desavenencias minan su credibilidad es un hecho incontestable. Ahora bien, el gobierno central, a pesar de su somnolencia manifiesta, goza de mecanismos suficientes para complicarle, aún más si cabe, la gestión a Artur Mas. ¿O acaso es eso lo que desea el President? Uno puede llegar a pensar que el ejecutivo catalán, obviando las necesidades de los ciudadanos, busca un conflicto por elevación para blindarse y perpetuarse en el poder. De ser así las cosas el planteamiento me parece tan perverso como mezquino y merecedor de ser combatido y denunciado con saña.
Es evidente que Mariano Rajoy tiene responsabilidades y parte de culpa en este entuerto. No lo discuto. Pero la centrifugación hacia arriba que practica CiU y el maná, en forma de consulta como antídoto a todos los males, no son de recibo. De consultas no viven ni van a vivir los miles de parados de este país, ni los que van camino de serlo si no lo remediamos a tiempo. A mi modesto entender la cumbre que urge celebrar en Catalunya es aquella que sea capaz de abordar políticas de crecimiento económico, de lucha contra la pobreza, contra el paro. Todo lo otro, aun siendo importante, puede aguardar.
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