ENTRE MAS Y FIDEL
Últimamente se escriben y se dicen cosas tan disparatadas que nadie se va a sorprender si juego a trazar un paralelismo entre las viejas políticas de Fidel Castro y las actuales aventuras de Artur Mas.
Tras el zarpazo de la última encuesta publicada por ‘El Periódico’ el presidente catalán se ha apresurado a salir a la palestra. Lo ha hecho invitando de nuevo a PSC y ERC –sin explicitar demasiado las cosas- a contribuir, desde el gobierno, a la gestión del actual momento político. Lo ha hecho desempolvando temas varios en un esfuerzo por diluir la impresión de que su relato es unidireccional y monotemático. Ha incorporado, dicen, “seny” made in Duran descartando hipotéticas huidas hacia adelante. Poderosa hechicera es Doña Encuesta cuando es capaz de convertir un condotiero en un simple oficial de máquinas.
Pues bien, cuando Fidel Castro en 1970 lanzo a las masas cubanas hacia la meta mágica -el objetivo, de conseguir una zafra de 10 millones de toneladas de caña de azúcar- y hacer así frente, como moneda de canje, a las necesidades del comercio exterior, Fidel fracaso. Artur Mas planifico su particular zafra en unas elecciones autonómicas esperando una gran cosecha de votos que le permitieran tutear al enemigo ‘exterior’; también fracaso. Fallo en el objetivo numérico, cuantitativo, pero también en lo referente a las emulaciones patrióticas.
Las resultantes son de sobras conocidas y permiten nuevas semejanzas entre Cuba y Catalunya. Cuba pasó a depender, aún más, de la URSS. Artur Mas no ha tenido otra opción que bailar al son del foxtrot que tocaba la orquesta de Junqueras, a depender de ERC.
Por si ello fuera poco el entorno del presidente catalán, en especial el portavoz oficial del Govern, se ha empecinado en el monocultivo del discurso soberanista, al igual que en su tiempo las autoridades castristas se obcecaron en arrasar la diversidad de campos y bosques para producir millones de toneladas de azúcar. Resultado: Erosión, desertización y depreciación del producto final.
Y, para rematar esta semejanza ‘forzada’ no podemos olvidar el bloqueo económico impuesto sobre la isla por EEUU a todos los niveles. Salvando todas las distancias que ustedes quieran, y muchas más, algo parecido ocurre aquí con la política de grifo cerrado aplicada por el gobierno de Mariano Rajoy en el terreno económico. Además, el PP castiga al Govern con recursos al Tribunal Constitucional, con los editoriales de la caverna y mil zarandajas por el estilo. ¿O no?
Sí Artur Mas consigue superar el monocultivo soberanista, si logra bailar algún ritmo más que el foxtrot republicano, si es capaz de abrir un ventanuco en Madrid por donde pase el aire y se pueda hablar civilizadamente…Quizás esto empiece a cambiar, para bien. Sino no.
<< Home