El blog d'en Joan Ferran

21.4.14

CADA VEZ MÁS BURDA Y ACOMPLEJADA.....









TV3 Y EL MINUTO 17




Argumentaba Friedrich Schiller que la casualidad, y aquello que se nos presenta como ciego azar, surge de las fuentes más profundas. Quizás sí.
Es un día cualquiera. Los informativos de la televisión pública catalana se disponen a dar paso a su sección dedicada a los deportes. Una conexión en directo con un partido de baloncesto del Barça da cuenta del resultado momentáneo y de las buenas perspectivas del equipo azulgrana. Pero la cosa no acaba ahí. Acto seguido el comentarista nos apercibe que en aquél preciso instante –minuto 17,14- el entregado y animoso público corea, una vez más, consignas independentistas. No le doy más importancia al tema. Cada cual es libre de canturrear lo que estime conveniente. Y más aún en un ambiente, como en el deportivo, continuamente utilizado por muchos como válvula de descompresión. Olvido, pues, la anécdota y pienso en otra cosa, no sea caso que la inquisidora Empar me atice como le atizó a Manuel Cruz. Ya saben ustedes que TV3 es sagrada, intocable e infalible, y no se adivina en la curia ningún embrión de papa Francisco con aires renovadores. A los de la ‘seva’ les place más otro estilo cardenalicio. Y como no hay dos sin tres observo en otra conexión, deportiva y en directo, con motivo del partido que disputan Barça y Atlético de Bilbao como el comentarista, Jordi Grau, hace saber a los telespectadores el resultado que fija el marcador y también, ¡oh ‘casualidad’! que nos encontramos en el minuto 17,14 y el estadio corea la consigna antes comentada. Poco importa la media entrada que registra el Camp Nou y el considerable número de guiris que allí se han dado cita, ni el tiempo, ni la banqueta, ni nada… lo relevante son los gritos de rigor.
Ya ven, en este país el momento más óptimo para efectuar conexiones deportivas es el 17,14. Cualquier otro instante no tiene gracia, no conviene.
  Hace algunos días el veterano periodista de La Vanguardia, Alfred Reixach, nos alertaba de la improcedencia de que en los eventos deportivos una televisión pública tomara partido por unos de los equipos en liza. ¡Cuánta razón tenía y tiene el bueno de Alfred! Desconozco lo que ahora debe pensar acerca del relleno político al que pretende acostumbrarnos TV3.
 ¡Cuán sabias las observaciones de Schiller cuando nos hablaba de las fuentes profundas!
Amigos, algunos empezamos a estar hartos de tanta ‘casualidad’ metida con calzador y vendida como azar.