TRAS LA MARCHA DE GALLARDÓN----

EL PP Y LOS ‘IDEÓLOGOS’

El partido que esté libre de culpa que tire la primera piedra. El PP no lo está y ello se ha evidenciado  con la polvareda levantada con la marcha de Alberto Ruiz Gallardón. Se prodigan al respecto declaraciones, manifestaciones, artículos y mil zarandajas más. Afloran, incluso, voces críticas sugiriendo la necesidad de supeditar la acción gubernamental a determinados principios ideológicos irrenunciables. Algo se mueve en ese magma que llamamos PP. Un magma que contiene personajes absolutamente homologables con el centro-derecha europeo, cohabitando con otros profundamente reaccionarios. Algo se mueve, insisto, que puede llegar a pasar factura electoral a los ‘populares’.

Mi buen amigo José Miguel Villarroya es ya un clásico en las tertulias políticas y en los medios de comunicación. Algunos lo conocen como ‘el hombre de las cinco carreras’. Crítico con la política y los políticos hace tiempo que argumenta que el problema principal de España, y de Cataluña, es que sus dirigentes no tienen ideología. Algo de razón lleva el muchacho. Parece ser que en este país todo pasa por el cedazo del más puro pragmatismo dejando de lado ideas y principios.

Pues bien, no se pueden imaginar ustedes cuán grande fue mi sorpresa al oír, en boca de Francisco Marhuenda, una despiadada critica al gobierno Rajoy por haber prescindido de ‘ideólogos’ y depositar en manos de tecnócratas el timón del ejecutivo español. En un debate en 13tv, tras defender la ley del aborto, Marhuenda cargo contra la ministra de Agricultura, ninguneo al nuevo titular de Justicia etc. No satisfecho con ello defendió la celebración de primarias en el PP y pidió transferir el poder de decisión a las bases del partido. Todo ello expuesto y planteado ante la mirada atónita de una diputada popular que no daba crédito a lo que oía. Marhuenda fue flanqueado en su discurso por una belicosa Isabel San Sebastián.

Ya ven, algunos conservadores han abandonado las enseñanzas y esencias de ‘El Crepúsculo de las Ideologías’ –escrito a medianos de los sesenta por Fernández de la Mora- que nos hablaba del relativismo, de la fragmentación de las cosmovisiones e incluso de la perdida de la unidad cosmovisional religiosa. Fernández de la Mora abogaba, en aquellos tiempos, por la racionalidad funcional del cálculo y la eficacia. Lejos de aquello Marhuenda se transforma, como mi amigo antes citado, en un gramsciano que diserta sobre el papel de la ideología al tiempo que reclama, a Mariano Rajoy, ‘ideólogos’ y no tecnócratas en el gobierno de España. La pregunta obligada es:

¿Cómo se mide y se válida el nivel de ideología que reclaman los Marhuenda de turno?

Algo se mueve en el PP. Lo de Gallardón y la retirada de la ley sobre el aborto es solo el principio.