El blog d'en Joan Ferran

30.1.18

LA CORTE DEL MEJILLÓN AMARILLO






PUIGDEMONT Y LA CORTE DEL MEJILLÓN 


La historia de las asonadas independentistas de Cataluña suele saldarse con los conspiradores en la cárcel o alojados en hoteles fuera del país. El conseller de gobernación en 1934, Josep Dencàs, tras una navegación por aguas fecales, huyó inicialmente a tierras francesas para recalar, años después, en la Italia de Mussolini. Carles Puigdemont, y su corte belga, duermen en Bruselas arropados por la extrema derecha nacionalista flamenca. Desconocemos cuál será su destino final; mientras ello ocurre otros, no tan espabilados y veloces, sufren los rigores del crudo invierno mesetario. Entonces y ahora, la movida independentista puso la política española patas arriba con sus correspondientes daños colaterales. Los acontecimientos de octubre del 34 debilitaron a la joven república española.El aventurerismo de 2017 se ha cargado -al menos de momento- la dinámica autonómica construida desde el 78 y también la armonía social. Y ahora observamos como la Corte del Mejillón* en Bélgica, con sus peones Tu-Rull en el interior, pretende una investidura sui generis donde lo presencial y físico no cuenta y donde el arte de la gobernanza se vehicula por video conferencia… 
Llegados a este punto permítanme rememorar las palabras de don Estanislao Figueras, presidente de la primera república española, cuando harto de estar harto dijo: “Señores, voy a serles franco: estoy hasta los cojones de todos nosotros”. Así estamos muchos ciudadanos ante tanto vodevil. Einstein solía decir que es una locura hacer las cosas igual, una y otra vez, esperando obtener diferentes resultados. La Corte del Mejillón vive en una burbuja, en una interesada ficción, y apuestan por perpetuar los despropósitos del pasado. El procés ha averiado la autonomía, estropeado la convivencia y la economía del país. Ha encerrado en el cuarto oscuro el combate por las necesidades más perentorias del ciudadano, las del día a día. Ha devaluado conceptos como democracia, libertad y presos políticos hasta convertirlos en simples estribillos de baladas victimistas. Pero la corte de Puigdemont insiste en que las nuevas tecnologías lo aguantan todo. Craso error y a la espera de que Torrent sepa lo que ha de hacer. Visto lo visto un servidor de ustedes se ha vuelto un conservacionista radical. Cuidado, no vayan a confundir el conservacionismo con el conservadurismo. Son cosas distintas. Los ecologistas y amantes del medio ambiente me perdonaran el oportunismo en utilizar un término que les es propio, pero tiene su lógica.
 El independentismo catalán ha situado la autonomía y la cohesión social, cual especies raras y amenazadas, en peligro de extinción. Urge salvarlas, archivar veleidades y activar de nuevo una Cataluña usuaria del Estatut y copartícipe de la marcha política y económica de España. Y es que, amigos, en ausencia de alternativas claras y viables toca visitar, o regresar, a pantallas seguras. Otras contienen virus destructores del sistema operativo. La Corte del Mejillón lo sabe, pretende perpetuarse y le importa poco si sus homilías conducen al abismo. Como Don Estanislao hasta los cojones de esa gente…. 
• Mejillón: Animal marino. Molusco bivalvo filtrador que vive fijado al sustrato.