El blog d'en Joan Ferran

30.1.18

¿LA SEGUNDA PURGA?






JOAN TARDÀ Y LOS PRESCINDIBLES 


El veterano dirigente republicano, Joan Tardà, pasara a los anales del anecdotario histórico como el político que popularizo el ‘algú ho havia de dir’. Y lo ha dicho de nuevo. Esta vez en una entrevista publicada en las páginas de La Vanguardia: “Si hace falta, habrá que sacrificar a Puigdemont”… 
 ¡Uf! Amigos, uno empieza a inquietarse un pelín con tanto partido roto, diezmado o semimuerto y con tanto personal político en la papelera de la historia. Nos lo estamos cargando todo sin sacarle beneficio a nada. Joan Tardà debe pensar que hay tantos cadáveres políticos en la nevera -y en lista de espera- que uno más ya no importa si es por el bien de la sacrosanta independencia. No vean en estas líneas una defensa del ex presidente de la Generalitat. Nada de eso, incluso les diré que soy de los que piensa que debe rendir cuentas, a quien corresponda, por su aventurerismo irresponsable. Pero lo cierto es que la milonga del procés, aparte de daños económicos y fractura social, se ha cargado un exagerado numero de ‘trayectorias personales’. Los damnificados por el procés han sido muchos y de distintos partidos; los hay independentistas y constitucionalistas, izquierdosos y derechistas. No podemos continuar así, caminamos hacia el vacío. Y no es que un servidor de ustedes crea que nuestros políticos en activo sean grandes estadistas o lumbreras privilegiadas, no, pero lo que viene detrás me atrevería a decir que no apunta maneras. Si, ya sé que Puigdemont y su Corte del Mejillón belga juegan a desplazar a los de Junqueras para quedarse con todo el pastel, poner en apuros al gobierno del PP e intentar salir airosos del lio en que se han metido. Quizás por ello Joan Tardà, avezado en expresar lo que otros no se atreven a verbalizar, ha soltado un remake de ‘a veces es necesario y forzoso que un hombre muera por un pueblo, pero nunca un pueblo…’ No se confundan. El suyo -como el de los otros- es patriotismo interesado. Está actuando en defensa propia y de ERC. Legítimo todo ello, pero poco edificante. Al bueno de Joan, el físico y la voz le acompañan en ese papel de patriarca bíblico que ofrece en sacrificio a uno de los primogénitos. Es posible que la inmolación tarde o temprano acontezca por el bien de la tribu elegida. De acuerdo, ustedes me dirán que éste es el precio justo a pagar por el serial belga y todo lo demás. No lo discuto, pero quizás convenga reflexionar un poco acerca del capital humano que se está consumiendo en la pira del procés. 
Todos somos prescindibles, cierto, pero el camino hacia el desierto está sembrado de cadáveres.