El blog d'en Joan Ferran

8.7.18

PELIGRO AMARILLO CONTRA LA COPLA





EL POROMPOPERO INDEPE



 Un grupo de vándalos afines al secesionismo han pintado de amarillo taxi la estatua del cantante Manolo Escobar. La gamberrada ha tenido lugar en un barrio de Badalona. Al bueno de Manolo no le ha servido de nada haber sido forofo del Barça, ni el haber vivido un tiempo en la barriada badalonesa de La Salud. Ya se sabe, los fanáticos ni respetan al diferente, ni perdonan al discrepante. Eso sí, se apresuran a centrifugar culpas e insinuar que son otros, los llamados ‘unionistas’, los malhechores. Pero no se preocupen demasiado, conocemos como las gastan algunos doctores del credo irredento y sus discípulos enfermos de fiebre amarilla. La crisis en el seno del Govern ya ha aflorado. Cuentan las lenguas de doble filo que el flamante conseller de Acción Exterior de la Generalitat, Ernest Maragall, está muy preocupado por la repercusión negativa que pueda tener en la ciudadanía europea la gamberrada contra la estatua. Él, esforzándose por poner en valor la ‘sonrisa’ del secesionismo por el mundo, y unos desalmados mancillando el recuerdo del cantante más tarareado, de los Pirineos para arriba, con su ‘Y Viva España’. ¡Qué oprobio para el país! Pep Guardiola sabe de qué va la cosa, mientras frunce el ceño, tanto en Munich como en Manchester, los aficionados le canta la canción de marras. Es un clásico y los clásicos nunca mueren. Puigdemont en Alemania pidiendo árnica y sus correligionarios en España embadurnando, con pintura barata, la estatua del hombre del carro y la minifalda más famosa del orbe. ¡País! Los teutones no entienden nada y seguirán coreando vivas a España entre jarras de cerveza. Difícil de justificar tanta irracionalidad, tanto desatino, a pesar de que Ernest Maragall ha sido, a lo largo de su trashumancia política, un experto en explicar y justificar lo inexplicable…. Complicado lo tendrán las selectas Artadi, o Paluzie, para seguir diciendo que aquí no pasa nada, que Borrell exagera. Van a ser muchas las Vanessas, las Dolores-Lolita-Lola, las madrecitas María del Carmen, y las morenas de la copla enojadas con el desaire amarillo. Y muchos los arrieros, rumberos y gente de bien los cabreados y hartos de tanta comedia simbólica. Manolo Escobar popularizó carros, besos en el puerto, trigos, amapolas y mil canciones más pero, una de ellas, nos viene hoy como anillo al dedo, una que habla del cariño verdadero. Esa que dice: ’Ni se compra ni se vende el cariño verdadero…’ A día de hoy más de la mitad de los catalanes no está por marcharse de rositas. De momento el porompopero indepe ni mola, ni respeta.