El blog d'en Joan Ferran

15.5.20

VOTAR CON.... O NO VOTAR






DISQUISICIONES SOBRE UN ATAQUE DE CUERNOS 

Inés Arrimadas se viste de gala; busca el centro de la pista para dar cuatro pasos de foxtrot bendiciendo el estado de alarma y a los chicos de Esquerra les sube la tensión arterial. Peligro. A Oriol Junqueras le da un ataque de cuernos y acto seguido, el flamante archivero de Poblet, lanza una fatua advirtiendo a Sánchez que retozar con terceros no es de recibo, que eso va contra la moral. ¡Ay los celos! Esos malos consejeros que perturban la razón. Si los chicos de ERC no fueran devotos de los hermanos Badía y leyeran, o estudiaran, a los viejos libertarios catalanes, otro gallo cantaría. Nuestros bisabuelos ácratas propugnaban la libertad y la igualdad como un requisito a aplicar sobre cualquier actividad social; obviamente también defendían ese criterio en lo referente al amor y las relaciones humanas. La libertad significaba, entre otras cosas, la negación de derechos posesivos y absorbentes sobre terceros. Fue el ácrata malagueño Teobaldo Nieva quien, ya a finales del siglo XIX, escribía que las uniones debían durar mientras no hubiera hastío, tibieza u obligatoriedad. Y si lo que les he referido les resulta antiguo, desfasado o anacrónico, les sugiero consulten la Wikipedia. Hallarán una extensa disertación acerca de lo que son, en pleno siglo XXI, las relaciones abiertas -o uniones libres- donde las partes acuerdan aceptar tener relaciones más allá de la monogamia. Junqueras y los suyos ya deberían saber que en política lo que se estila hoy en día es ese fenómeno que algunos terapeutas han definido como el poliamor. Con la que está cayendo, y a estas alturas de la película, cada vez son menos los imprescindibles; los absorbentes monotemáticos devienen cansinos mientras se hacen más necesarios que nunca los sensatos que arriman el hombro. Inolvidable aquél poema de Agustín García Calvo que canta Amancio Prada titulado “Libre te quiero”. Impagables aquellos versos que culminan con un: “pero no mía, ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera”… 
Ataques de cuernos no, gracias.