El blog d'en Joan Ferran

8.7.15

SIN SAL, SIN CAFEÍNA, SIN POLÍTICOS...PARA SALVAR A MAS
















UN PAÍS 
DE PREPOSICIONES 

Por muchas embajadas que abra la Generalitat y por muchos festivales patrióticos que financie Homs en el exterior, nadie se va a tomar este país en serio. Un país que dentro de ochenta días pretende celebrar unas elecciones y no sabe si su actual presidente, y organizador del show, se va a presentar –y cómo- no es de fiar. Por arte de birlibirloque Cataluña se ha convertido en el paraíso de las preposiciones. Con, de, sin y contra el president… 

 Por si ello fuera poco algunas mentes privilegiadas, o asustadas, nos proponen para salir del agujero en que nos han metido apostar por unas listas electorales sin políticos. ¿Cuánto hay de ingenuo y cuánto de malvado en la idea de los promotores del invento? Un plumilla ha escrito estos días que el montaje de la denominada ‘lista civil’ solo tiene como objetivo evitar el descalabro de Artur Mas. ¿Objetivo? Copiando vilmente a Spielberg: Salvando al soldado Ryan en el que actúa Mas como protagonista en lugar de Tom Hanks. El tema es preocupante. La capacidad de autodestrucción de ese fenómeno que hemos denominado ‘procés’ es espectacular. Repasemos: CiU ha muerto, CDC se inmola, Unió se divide y el PSC se lame las heridas; mientras tanto IC busca refugio en una izquierda difusa que, a su vez, busca nombre con monjas que juegan a Mesías mientras ERC se acojona y el PP se bunkeriza. ¡Vaya panorama! En el ‘nou país’ de la preposiciones ni el tuerto llega a ser rey. 

Pero permítanme otras consideraciones igual de preocupantes. La propuesta de presentar candidaturas sin políticos me parece kafkiana. No caeré en la clásica afirmación de que todo en la vida es política. No, les diré tan solo que en el preciso instante en que alguien propone una lista sin políticos está haciendo política. Es más, cuando alguien acepta formar parte de una lista electoral ya hace política. Ahí no caben voluntarismos inocuos ni inocentes. Y si pretenden erigirse por encima de todos, y de todo, como almas puras para conseguir ‘los objetivos de la nación’ eso huele a viejo nacionalismo, peronismo barato o populismo de tres al cuarto.

 Por favor, que alguien repase los libros de historia y nos recuerde cómo algunos grandes y respetables paladines del apoliticismo –como Federica Montseny, García Oliver, Joan Peiró y Juan López- se convirtieron de la noche a la mañana en políticos en activo. Me dirán que aquellos eran otros tiempos, cierto, pero también les diré que entonces, en este país, había overbooking de líderes y hoy no. Nuestro excedente es de preposiciones, ya saben: con, de, sin , contra…