El blog d'en Joan Ferran

20.2.19

EL TRIFACHITO





LA HIDRA EN ESPAÑA 

 Una hidra con tres cabezas se dispone a recorrer los campos, pueblos y ciudades de Sepharad. Anatemiza, vocifera y amenaza actuando como profeta iluminado de un nuevo y terrorífico apocalipsis. Habla de sacrilegios, traiciones, cobardías y renuncias. La hidra de tres cabezas, vestida de resentimiento, no atiende a razones. Supura el vicio de los siete pecados capitales, desconoce la misericordia, aborrece la verdad. La hidra de tres cabezas se alimenta de bajas pasiones, miserias y rencor. Se acicala en el limo, se perfuma con esencias de odio, torea con banderillas de fuego. La hidra que se dispone a pisar nuestra piel de toro, margina la diferencia, apuesta por retornar a la cueva de los horrores alegando que lo femenino no existe, que algunos amores son libertinaje. Para la bestia, en aras de una sacrosanta palabrería, los derechos adquiridos han de diluirse cual azucarillos en agua hirviendo. La Hidra de España fue huevo, ahora es serpiente tricéfala de aliento venenoso dispuesta a emponzoñar el verbo hablar. Hablar, para ella, puede ser pecado mortal.
 Al igual que Heracles, y su sobrino Yolao, quienes pretendan vencer al eterno animal, que mora a la diestra de la ciénaga, deberá cubrirse la boca y las narices con una tela para protegerse de sus efluvios tóxicos y paralizantes. También deberán permanecer atentos al cangrejo Carcinos -que anida próximo a Flandes- siempre dispuesto a atacar los pies de los luchadores para distraerlos de su misión; medra el crustáceo con la esperanza de lograr un lugar entre las constelaciones y sobrevivir. Solo así osados valientes, con la palabra y la verdad como espada flamígera, podrán hacer rodar las cabezas de la hidra cauterizando las heridas y evitando regeneraciones no deseadas. Heracles lo logró y Sepharad y sus gentes merecen nuevas primaveras.