TIEMPO DE BISTURI.
Hoy no voy a hablarles de un mal actor machista, babosillo y soez que asocia gratuitamente la condición femenina a la industria del sexo. Me abstengo de opinar acerca de un presidente de la Generalitat -supuestamente leído y educado- que ha olvidado los versos de Rudyard Kipling que recomiendan hablar con el pueblo ‘guardando la virtud’ y ‘caminar junto a reyes con tu paso y con tu luz’. No desvelo ningún misterio oculto. El interpuesto del Pati dels Tarongers lleva mal el tema del poema mencionado. Habla sólo en nombre de una parte del pueblo y es incapaz de mantener la cortesía institucional ante un Borbón que ejerce la jefatura del estado. Tampoco voy a entretenerme con esa ambigua navaja suiza multiusos, Wenger, ubicada en la alcaldía de Barcelona -campeona en desaires- que lo quiere ser todo y no resuelve apenas nada. Lo suyo es la fotografía con posturitas y el retoque del callejero. Nuestra fauna política autóctona es tan rica y variada que se precisarían toneladas de tinta para describirla, y eso hoy, en plena pre campaña electoral, seria harto difícil de garabatear con objetividad.
No he contado hasta cien, ni hasta mil antes de reaccionar. He aguardado unos días hasta que la indignación que me embarga se ha calmado. Aun resuenan el Colliure las voces crispadas de unos independentistas irracionales que se atrevieron a profanar la memoria del exilio republicano insultando a familiares, nietos y amigos de los que tuvieron que huir. A la tribu de bárbaros indocumentados que vociferaban e insultaban, en los aledaños de la tumba de Don Antonio Machado, les recomendaría leer el texto que escribió Joaquim Xirau sobre su salida de España con el poeta. Quizás comprendieran así la tragedia de lo que es un exilio verdadero y la calidad humana de los hombres y mujeres que lo protagonizaron.
Se suceden en nuestro país, y con demasiada frecuencia, hechos deleznables y bochornosos como los acaecidos en Colliure, o como los protagonizados por escribas y bufones a sueldo de la secesión. De seguir por esa senda la fractura social cada vez se hará más profunda e irreparable. Hubiera sido deseable, por ejemplo, oír la desaprobación de este tipo de actos en boca de los líderes del independentismo, tanto en su vertiente asociativa como partidaria. Hubiera sido deseable también, más allá de condenas simbólicas, que TV3 hubiera prescindido de Toni Albà automáticamente y no como resultado de la presión general. La gente que trabaja con contrato estable para tv3, cuando sus actuaciones contravienen el ‘Llibre d’estil’ del ente, deberían atenerse a las consecuencias . Llegó la hora de la exigencia y el bisturí para atajar nuestros males. De lo contrario esto no lo curará ni Dios.
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