27 Septiembre... Luna roja, noche naranja
El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Y el miedo, las ideas, las ilusiones y los anhelos se tornaron votos. La candidatura auspiciada por Artur Mas y Oriol Junqueras no ha conseguido la mayoría absoluta. Se queda con sesenta y dos diputados, que sumados a los de la CUP, permiten que alguien diserte, erróneamente, acerca de una brillante victoria soberanista. Obvian, deliberadamente, que esa victoria se fragua solo sobre escaños (72) y no sobre porcentaje de votos (47,8%).
Conclusión: Los soberanistas ganan las elecciones y pierden el plebiscito. Tras el escrutinio los próceres de la patria han salido a la palestra para valorar lo que se les antoja valorable, para justificar lo justificable y, a veces, lo injustificable. En su tómbola siempre toca, siempre hay premio asegurado. Raul Romeva, Mas, Junqueras y Forcadell saludan a sus fieles con un estudiado attrezzo de ruinas y símbolos. Donde antaño se vendieron salazones, mojama y legumbres hoy se mitifica la historia para validar presentes imperfectos. Desde ese receptáculo de las esencias patrias, en que se ha convertido el Born, nos dicen que piensan seguir pedaleando para no caer y hablando para no callar. Se sienten depositarios de un mandato popular inequívoco.
Pero más allá de lecturas benevolentes los analistas políticos comienzan a decir que la famosa DUI ( Declaración Unilateral de Independencia) se aplaza sine die. Dicen también que Mas no tiene garantizada su reelección como presidente y que los chicos de la CUP llaman a la desobediencia civil en todos los terrenos…. Mientras todo ello sobreviene ‘Ciutadans’ se embriaga con el éxito de Arrimadas y su elixir naranja...
Un rotativo titula: ‘Amarga victoria’. Otro, entregado hasta la muerte, se desmadra y publica el archiconocido y poético lema: ’Adeú Espanya’. ¡Qué contraste!
Noche de curiosidad astronómica, también, ésta de septiembre el 2015. En el trascurso de la madrugada un eclipse total de luna ha teñido de rojo -o de naranja- nuestro satélite mostrándonoslo un 14% más grande y un 30% más rutilante que de costumbre. Cosas del perigeo y excusa para noctámbulos. In illo témpore este fenómeno se asociaba a desastres y calamidades… ¿Casualidad? Toco madera.
Hay quien afirma en su columna periodística que hoy estamos más cansados, viejos y enfrentados que ayer. No lo sé. Alucino. Antonio baños, de la CUP, proclama la República catalana y llama a la desobediencia. Otros prefieren pedir dialogo conscientes de que los resultados electorales lejos de fortalecer el denominado ‘full de ruta’ de Mas y los suyos lo complica.
Creo que ha llegado la hora de la buena política y del ‘seny’ para evitar una electrólisis a la catalana.
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