MIQUEL ICETA A LO GRAMSCI
Mientras los fraticelli de la CUP -definición Enric Juliana- deshojan la margarita de la investidura del gran recortador, Miquel Iceta, en un acto con Pedro Sánchez, parafraseaba a Gramsci exhortando al PSC: “A pasar de la resistencia a la ofensiva”. Buena iniciativa la de Iceta. Dormitar a la intemperie en las trincheras pone de los nervios y aburre. Los estrategas saben que la tropa pierde músculo si va escasa de moral y ejercicio. Es aconsejable el movimiento permanente para no anquilosarse; es imprescindible la arenga con contenido para tener claros los objetivos.
¿Pasar a la ofensiva? Claro que sí; y más cuando uno cree tener ideas y propuestas para salir airoso de los conflictos en los que andamos inmersos. El soberanismo posee su retórica, su crono y su modus operandi. En la parcela de los contrarios a la secesión nadie, como Miquel Iceta, ha formulado salidas políticas solventes al contencioso catalán. Supongo que cuando el dirigente socialista propone pasar a la ofensiva lo que hace es pedir, al PSC en su conjunto, que se explique mejor y que lo haga sin ambigüedades.
¿Cómo? Muy sencillo, eso implica afirmar sin ambages que apuesta por la permanencia de Cataluña en España, el diálogo, el pacto y la reforma constitucional; ello presupone, también, unas políticas sociales justas y progresistas. Pero entiendo que cuando habla de ofensiva no quiere tan solo alardear de que posee un conjunto de propuestas útiles sino que, además, exige a sus seguidores que no callen ante el inmovilismo de la derecha española. Tampoco ante la agresión verbal y discursiva de los que juegan con los sentimientos de la ciudadanía para perpetuarse en el poder. Ofensiva quiere decir actuar, explicar, predicar y combatir los intentos de hegemonía social y cultural del adversario.
Para seguir con las alusiones gramscianas de Iceta será bueno recordar la recomendación crítica que el pensador sardo hizo al Partido Socialista italiano, y que hoy pueden aplicarse a toda la familia socialdemócrata sin distinción. Hablando de la formación de los intelectuales instó al Partido Socialista a dejar de ser un simple notario registrador de las operaciones realizadas espontáneamente por la ciudadanía. Gramsci, en aquel tiempo, emplazaba a la izquierda italiana a tener un plan general de acción basado en previsiones históricas. Hoy, por fin, el PSC parece tener ese plan de acción. ¿Va a ser capaz de defenderlo y aplicarlo? Por el bien de Cataluña y España espero que sí.
<< Home