SOCIALISTAS IN CONCERT
Observen el fenómeno, en el mapa político catalán poco queda de lo que hubo en los últimos veinte años. Lo que sigue ahí sobrevive modificado, con talante distinto y discursos más ajustados a los nuevos tiempos. El ‘Procés’ se ha llevado por delante a Convergencia, a Unió democrática, a la vieja Iniciativa, al PP, ha propiciado una nueva ERC y encumbro a Ciudadanos. Nada es como era en el patio político catalán. Incluso el PSC, para seguir caminando airoso, tuvo que sacarse de encima algunos callos y espolones de los pies. El socialismo catalán, contra pronóstico, ha resistido mejor que nadie los avatares del destino y se dispone a celebrar un congreso, aparentemente de trámite, pero no exento de importancia política. Previsiblemente el partido seguirá comandado por el tándem de la doble ‘I’, Iceta e Illa, con el concurso de una Eva Granados siempre atenta a las problemáticas sociales y las políticas de bienestar. Propios y extraños ven en Miquel Iceta al dirigente más idóneo -no solo por capacidad intelectual sino también por talante- para capitanear una etapa que no va a estar exenta de sobresaltos y necesidad de acuerdos básicos.
He ojeado en su web la ponencia marco que se debatirá en el conclave. Es sugerente. Disecciona no solo la situación política catalana sino también todo aquello que ocurre en este mundo globalizado. Detecta las pulsiones populistas de derechas e izquierdas, alerta sobre el auge de los extremismos, muestra su preocupación por los temas de violencia de género, el deterioro del medio ambiente y los derechos individuales… Todo previsible y nada que objetar al respecto. Aunque todos sabemos que entre la letra escrita y la acción política hay un trecho que es preciso recorrer. También sabemos que las viejas recetas, tanto de la socialdemocracia como de los liberales y conservadores, no pasan por su mejor momento y la fragmentación política es una realidad. Analizar y disertar acerca de lo que ocurre y le conviene a la sociedad es tan importante como conseguir los ‘artesanos’, los ‘artistas’ sociales capaces de modelar nuevas figuras, nuevos estilos y nuevas ilusiones.
Ya ven, muchos han caído por el camino y el PSC de Iceta continúa su senda. Lo hace arropado por una historia política centenaria. No obstante, permítanme pecar de reduccionista. A mi entender, visto el panorama general, lo más relevante de este congreso es que el socialismo catalán va a seguir comandado por un primer secretario con una predisposición natural al acuerdo y al pacto. Y eso hoy, en este país, deviene fundamental para recuperar la concordia. Reconozco que los grandes temas de fondo son importantes, transcendentes y merecen debate; claro que sí, pero ni están al alcance del PSC ni pueden ir más allá de una declaración de buenas intenciones. Lo otro, quizás sí.
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