El blog d'en Joan Ferran

16.2.24

SOCIEDAD CIVIL EN MARCHA

 

EL GREMI TIENE PODER 


 La creación de los gremios a lo largo de la Edad Media fue uno de los fenómenos que acompañaron al crecimiento de las ciudades. Estas corporaciones agruparon inicialmente a comerciantes y artesanos para, posteriormente, aglutinar a los practicantes de determinados oficios específicos. En algunos países, como en Italia, los gremios llegaron a ejercer un rol político relevante. El callejero de Barcelona es una muestra elocuente de la importancia de los antiguos gremios en la ciudad condal. En el siglo XIX con la industrialización y la creación de los sindicatos los gremios fueron perdiendo fuelle. Pero hay algunos de ellos que no solo se han modernizado sino que, incluso, se han convertido en catalizadores económicos y culturales de las ciudades. Es el caso del Gremi de Restauració de Barcelona que, año tras año, con motivo de la festividad de Santa Eulàlia, despliega su capacidad de convocatoria. Es una de las pocas entidades del país capaz de congregar en un evento conmemorativo a representantes institucionales, políticos, medios de comunicación, agentes culturales y mundo empresarial. Ahí estaba Jorge Javier Vázquez con la actriz Lola Herrera, pero lo más gratificante del acto fue contemplar como el alcalde Collboni, Artur Mas, Daniel Sirera, Ada Colau, Roger Torrent y tutti quanti conversaban amigablemente mientras personajes del star system catalán bromeaban. Tal como está el panorama político las treguas festivas son de agradecer. El Gremi las borda, el Gremi tiene poder.

9.2.24

Nebulossa - ZORRA (Benidorm Fest 2024)

 
                                                           ‘EUROPASMO’ 
  Soy consciente de que algunos de ustedes se van a enojar cuando les diga que este montaje que llamamos Festival de la Canción de Eurovisión es parte integrante del “panem et circenses” del que hablaba el poeta latino Juvenal. Eso sí, en versión siglo XXI y, cómo no, del brazo del futbol cual deporte rey. Nos tienen entretenidos disertando acerca del contenido de ‘Zorra’, de la composición química de la amnistía y la naturaleza de la ‘fachoesfera’; nos tienen ocupados discutiendo sobre donde empieza y termina la banalidad y el mal gusto. Estos días algun ingenuo con alma de cántaro intentará convencernos de la bondad de los mensajes explícitos de las canciones y del espíritu festivalero de Eurovisión. Legitimo todo ello, pero les confieso que vivo en un estadio de ‘europasmo’ que genera en mí mal rollo crítico hacia la celebración del evento. Me explicaré: a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) le ha faltado tiempo para dictaminar que la canción española cumple con los requisitos del certamen y podrá participar en él sin ningun problema. La organización cierra así la polémica generada por el contenido de Zorra y puede presumir de tolerancia y libertad de expresión. Poco o nada que objetar a esa decisión de la UER, pero en cambio, sí lamentar su negativa a atender la peticion de los músicos de los países nórdicos que proponen rechazar la participación de Israel. A Rusia se la vetó para castigar sus bombardeos sobre Ucrania ¿Acaso lo que ocurre en Gaza no va de lo mismo?

8.2.24

ARDE EL CAMPO, SUFRE LA CIUDAD

 




AGRICULTORES ON FIRE 

 Hubo un tiempo en España en el que las agitaciones campesinas, la polémica sobre la propiedad de la tierra y las cuestión agraria marcó la accion política e institucional de los gobiernos de turno. De eso hace mucho tiempo y hoy en los medios de comunicación ya nadie recuerda los avatares de aquel campesinado insurgente. Nadie habla de campesinos; se lleva más citarlos como agricultores, ganaderos o granjeros. Precisamente son los herederos de aquellos hombres del campo los que estan en pie de guerra en media Europa y, en breve, lo van a estar también en España. En París, Berlín, Bruselas y otras ciudades los tractores colapsan las calles y bloquean autopistas. El problema ya no radica en la propiedad de la tierra como antaño, sino en determinadas políticas económicas de la Unión Europea y en los acuerdos de libre comercio que Bruselas ha firmado con terceros países. Se quejan los agricultores del mercado desregulado que permite importar productos extracomunitarios a bajo precio contra los que ellos no pueden competir. Así las cosas, lo peor que le puede pasar al proyecto europeo es que su ciudadanía empiece a pensar que formar parte de la UE genera más inconvenientes que ventajas, que lo de Ucrania y la sequía no lo justifica todo y que, a fin de cuentas, nadie defiende sus intereses. El ministro de Agricultura, Luis Planas, debe mover ficha de inmediato aquí y en Bruselas. En España, aunque sea por mimetismo, la situación del campo ya ha devenido un grave problema.