El blog d'en Joan Ferran

28.5.20

LA MARQUESA LENGUA SUCIA




CAYETANA, CÁLLATE 

Hubo un tiempo en este país en el que poseer un título nobiliario, o ser aristócrata, se llevaba con más decoro, educación y clase que ahora. Pienso, por ejemplo, en Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia, escritora e historiadora. La llamaron “la duquesa roja” merced a sus principios e ideales democráticos y a su oposición a la dictadura franquista. Gran mujer aquella que incluso defendió en su momento la revolución cubana. Y qué me dicen ustedes de José María de Areilza, conde de Motrico, cofundador de la UCD, secretario privado de Don Juan y figura relevante de la transición democrática. Estoy seguro que a estos aristócratas, y a otros muchos más, les incomodaría sobre manera la inclusión de doña Cayetana Álvarez de Toledo entre los de su, llamémosle, ‘clase’. La marquesa de Casa Fuerte ha demostrado hoy, en el Congreso de los Diputados, ser una buhonera de lengua sucia. Se equivoca el PP mirando hacia atrás con ira. Se equivoca la marquesa de Casa Fuerte, pero de lengua sucia, resucitando el fantasma del FRAP, increpando de esa manera a Pablo Iglesias. Debería saber esa marquesa de lengua sucia, que las últimas ejecuciones del franquismo -27 de septiembre de 1975- llevaron a la tumba a tres miembros del FRAP. De nada sirvieron las gestiones de Pablo VI, Nicolás Franco y Olof Palme, entre otros, para que se conmutaran las penas... Eso ya es historia pasada y no voy a caer en la tentación de desenterrar la hoja de servicios al franquismo, y a la extrema derecha, que atesoran muchos de los correligionarios de Cayetana, esa marquesa con lengua sucia. VOX, y la susodicha, han introducido en la cámara de diputados un léxico guerracivilista altamente nocivo para la democracia. Calificar al gobierno Sánchez-Iglesias como socialcomunista es, además de erróneo conceptualmente, una demostración de cuál es la verdadera naturaleza que ocupa el pensamiento, no sólo de VOX, sino también de los sectores del PP afines a Casado: Pensamiento negro, dialéctica burda, instintos primarios. Sería deseable, para la buena marcha de las instituciones democráticas, que alguien de la “casta” de la marquesa le dijera: Cayetana, cállate, no seas boluda.

CAYETANA Y SU CATANA

A Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuerte, le va el uso de la catana. Lo suyo no es fina esgrima aprendida en aristocráticos salones sino mandobles incontrolados al estilo mameluco con rotura de jarrones, lámparas y mobiliario. No teman, no voy a echarle un cable a un vicepresidente con coleta,  ni a glosar la lucha contra la dictadura. No es preciso. Las redes sociales van llenas con los tweets de Errejón, Montero y mil más. Voy, eso sí, a plantear a los constitucionalistas en general, y a los votantes del PP en particular, una pregunta/reflexión: ¿En esta situación de crisis sanitaria y social, a quién beneficia la crispación política? Les avanzo mi respuesta. El actual clima de tensión alimenta a los que viven en los márgenes, a los que se sitúan en los extremos, e, incluso, a los que procuran el derrumbe de nuestra arquitectura constitucional. Populistas de todo pelo, e independentistas varios, se frotan las manos contemplando como lo que debería ser la columna vertebral del sistema democrático español, se pinza con dolor.
Todo el mundo sabe que Cayetana es un verso suelto, con agenda propia, a la que le gusta sentirse la vedette del plató parlamentario. Nada que objetar al respecto más allá de la preocupación por el deterioro del cosmos constitucionalista apuntado con anterioridad. Eso sí, alguien, con autoridad política en el mundillo “popular”, debería llamar la atención a la marquesa. Las actuaciones ‘estelares’ gustan a una franja de votantes conservadores que vive a caballo entre VOX i el PP, cierto, pero dificultan la proyección de Casado como alternativa, y escoran al PP hacia posiciones poco homologables con la derecha europea más civilizada. Y eso tiene un precio, a no ser que se persiga una fusión a medio plazo con VOX.
La catana de Cayetana, lejos de herir a Iglesias, ha cercenado la imagen que pretendía proyectar Pablo Casado. Ella es la vedette y él el telonero.

27.5.20

TODO NACIONALISMO TIENE SU FACHA




EL FACHA 


El facha, en el fondo, no tiene patria, la adopta. Los hay de aquí y de allá, de Hungría y de la Umbría, del barrio de Salamanca y de Sant Cugat del Vallés. El facha es como las cucarachas, capaz de anidar en cualquier lugar. Cuentan los académicos expertos en lenguas que facha es una síncopa del término fascista. Cuentan también que la palabreja se usa para definir peyorativamente a todo aquel que tiene un ramalazo nacionalista autoritario independientemente de si se reconoce, o no, como fascista. Como insulto es un comodín de aplicación habitual para zanjar, por la vía rápida, cualquier discusión indeseada. Pero de fachas ‘haberlos haylos’, los hubo y parece ser que los seguirá habiendo. Una historieta creada por el dibujante Kim, en el semanario humorístico El Jueves, contaba y sigue contando las andanzas y aventuras de un grupito de amigotes de extrema derecha. La serie lleva por título ‘Martínez el Facha’ y en su seno se mueven los protagonistas principales: Florentino Martínez, empresario franquista jubilado, y un arribista que atiende al nombre de Sr. Morales. Un elenco de personajillos, a cual más pintoresco, acompañan y redondean la acción plasmada en las viñetas. Si les apetece y sienten curiosidad por el asunto, les aconsejo acudan a Youtube y podrán visionar allí, colgado por El Jueves, los episodios de Martínez el Facha. Seguro que sonreirán, Kim sigue creando y editando tiras con mucha gracia. Muchas de ellas reflejan como nadie nuestra cotidianidad política. Ojeen si no la que lleva por título: ‘Los fachas no bailan reguetón’. Disfrutaran de una historieta, imagino que inspirada en el madrileño barrio de Salamanca, con la metamorfosis rítmica de una cacerolada patriótica. Decía al comienzo de estas líneas que fachas los hay en cualquier lugar del mundo a la sombra de cualquier bandera. Muchos de ellos se envuelven en ellas, y en los sentimientos que generan, para ocultar sus verdaderas intenciones. Al facha le gusta generar alarmas, le encanta hablar de la patria, los gays, la moral, la seguridad y la inmigración… Algunos de ellos predican que el comunismo ha vuelto, otros prefieren vendernos paraísos terrenales que saben imposibles para seguir viviendo de las mieles del poder. Pues sí, hay muchos Martínez fachas por nuestros pagos; también abundan los Arana fachas, los Canadell fachas, los Carballo fachas…Ya no llevan bigotillo afilado ni se peinan hacia atrás. Eso sí, predican, conspiran, generan mal rollo y votan como siempre lo de siempre. Están ahí, tocando y dando la lata.

15.5.20

VOTAR CON.... O NO VOTAR






DISQUISICIONES SOBRE UN ATAQUE DE CUERNOS 

Inés Arrimadas se viste de gala; busca el centro de la pista para dar cuatro pasos de foxtrot bendiciendo el estado de alarma y a los chicos de Esquerra les sube la tensión arterial. Peligro. A Oriol Junqueras le da un ataque de cuernos y acto seguido, el flamante archivero de Poblet, lanza una fatua advirtiendo a Sánchez que retozar con terceros no es de recibo, que eso va contra la moral. ¡Ay los celos! Esos malos consejeros que perturban la razón. Si los chicos de ERC no fueran devotos de los hermanos Badía y leyeran, o estudiaran, a los viejos libertarios catalanes, otro gallo cantaría. Nuestros bisabuelos ácratas propugnaban la libertad y la igualdad como un requisito a aplicar sobre cualquier actividad social; obviamente también defendían ese criterio en lo referente al amor y las relaciones humanas. La libertad significaba, entre otras cosas, la negación de derechos posesivos y absorbentes sobre terceros. Fue el ácrata malagueño Teobaldo Nieva quien, ya a finales del siglo XIX, escribía que las uniones debían durar mientras no hubiera hastío, tibieza u obligatoriedad. Y si lo que les he referido les resulta antiguo, desfasado o anacrónico, les sugiero consulten la Wikipedia. Hallarán una extensa disertación acerca de lo que son, en pleno siglo XXI, las relaciones abiertas -o uniones libres- donde las partes acuerdan aceptar tener relaciones más allá de la monogamia. Junqueras y los suyos ya deberían saber que en política lo que se estila hoy en día es ese fenómeno que algunos terapeutas han definido como el poliamor. Con la que está cayendo, y a estas alturas de la película, cada vez son menos los imprescindibles; los absorbentes monotemáticos devienen cansinos mientras se hacen más necesarios que nunca los sensatos que arriman el hombro. Inolvidable aquél poema de Agustín García Calvo que canta Amancio Prada titulado “Libre te quiero”. Impagables aquellos versos que culminan con un: “pero no mía, ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera”… 
Ataques de cuernos no, gracias.

10.5.20

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9.5.20

FACHAS DEL AYER Y DEL MAÑANA





DE “CAPITÀ COLLONS” A PIQUÉ 



 Los cachorros de ERC, sus juventudes, han homenajeado en las redes sociales a los hermanos Badía. Hace tiempo también lo hicieron Junqueras, Torra y unos cuantos más. De forma recurrente, a finales del mes de abril y primeros de mayo, sectores del independentismo radical airean las heroicidades pistoleras de los Badía. Poco les importa que Miquel estuviese implicado en el complot de Garraf que intentó asesinar a Alfonso XIII, que él y su hermano dieran el “paseillo” a unos cuantos sindicalistas de la CNT, o que organizaran milicias paramilitares, con estética fascista, para reventar manifestaciones y huelgas obreras. A Miquel Badía le llamaban Capità Collons, y preconizaba la vía insurreccional para llegar a la independencia. Pasan los años, y no sólo los indocumentados mozalbetes de la ERC idolatran a aquellos pistoleros fascistoides, si no que como guinda del pastel, Joan Maria Piqué –jefe de prensa del Conseller de Interior Buch- amaga en twitter con la lucha armada, acogiéndose a la libertad de expresión. Se monta el lío, Buch relativiza el tema mientras otros miembros del Govern se hacen los distraídos. En este país algunos se han vuelto locos reverenciando a pistoleros o glosando la insurrección armada. Joan Maria Piqué borró el tweet con la pretensión de zanjar el tema. Pues no, quienes desde las alfombras de Palau y los efluvios del Pati dels Tarongers incitan, directa o indirectamente, a la violencia merecen ser castigados. Y lo merecen por partida doble; porque no es de recibo la exaltación de la violencia y porque hay que tener algo del alias de Badía: collons. Sí, “collons” para no esconderse tras las faldas de Buch alegando malas interpretaciones y también para cesarlo.

NUESTROS MONSTRUOS




DOS PULSIONES PARA NO DORMIR   


 Hace unos días el veterano periodista Rafael Jorba nos contaba, en un artículo para El Periódico titulado ‘Pornografía política’, que el descrédito de los partidos y el auge del proteccionismo de los estados podía dar como resultante un fortalecimiento de los nacionalismos populistas. Entiendo que Rafael Jorba incluye en ese cosmos populista, tanto a la extrema derecha ultra españolista, como a los colectivos más sectarios del independentismo catalán; si esos que juegan a sustituir el “Espanya ens roba” por el “Espanya ens mata”. Considera también el periodista que el drama sanitario que azota a media humanidad puede servir para que algunos se atrevan a plantear soluciones de corte autoritario, mientras otros, predicadores de un Shangri-la con barretina, intenten vendernos una supuesta república en la que no existan la pobreza ni la enfermedad. Dos peligros nos acechan: la pulsión autoritaria y la pulsión nacionalindependentista. Pues sí amigos, la extrema derecha está aquí, habita entre nosotros y se manifiesta diciendo que recupera la España de siempre. No plantea el regreso a una dictadura carismática, ni vertebrar un estado corporativo, tampoco pretende resucitar Educación y Descanso. Nada de eso. Persigue, eso sí, establecer un conjunto de valores regresivos y reaccionarios; pretende que la ciudadanía se desentienda y rechace el camino democrático recorrido por nuestra sociedad en lo referente a libertades y derechos individuales. Lo hace sin reproducir en exceso la estética del pasado. Se nutre de las imperfecciones -que las hay- de la democracia española, excluyendo de la nacionalidad a los que no piensan como ellos, exagerando elementos diferenciales que se sustentan en planteamientos xenófobos, reeditando un anticomunismo trasnochado. En España esa pulsión autoritaria se encarna en VOX, en sectores inmovilistas del PP y en algunas covachas mediáticas. Los adictos a ambas pulsiones precisan situaciones y conflictos sociales similares a los que manejó el fascismo en los años veinte. Necesitan la bronca y el miedo, necesitan culpabilizar al discrepante. Y si el gobierno de turno navega en aguas procelosas, mucho mejor para ellos. Crecen con el caos… Lo suyo es una protesta continua que amaga, en el caso de VOX, propuestas pensadas para introducir reivindicaciones en la agenda política de la derecha liberal, para acabar chantajeándola, amenazándola, con dejarla caer al pie de los caballos izquierdistas. La pulsión autoritaria como la nacionalindependentista tienen en común la necesidad de construir espacios simbólicos, imaginarios colectivos, que sirvan para que sus fieles se sientan arropados, seguros. La extrema derecha, y el nacionalindependentismo también, siempre han intentado instaurar un sentido de pertenencia a una patria que mora más allá de la legitimidad democrática. Vienen tiempos de cambio y zozobra. Urge que los herederos de la ilustración, los amantes de la democracia y del estado de derecho, actúen y piensen coordinadamente. Los partidos con cultura de gobierno están obligados a entenderse. Los otros están ahí, acechando.
Y TRAS LA “GUERRA” … 


Hubo un antes y estamos en tránsito hacia un después. Así las cosas, no voy a hablarles de ese trío “La,La,La” integrado por Laura Borràs, Budó y Nogueras, ni de sus increíbles selfies -con mascarillas- mejilla a mejilla. Tampoco del confinamiento “ful” de Artur Mas, del fuera de juego permanente de Quim Torra, o del pasaporte inmunológico que no convence a la OMS. Obviaré el tema de las residencias de ancianos y los niveles de insolvencia de Alba Vergés. De las canalladas de Canadell no diré ni mu. Pasaré de largo ante los esputos -repugnantes- que suelta Nuria Gispert cuando oye hablar del castellano ¿Para qué? Si ustedes practican el zapping, y pasan de TV3, es probable que ya estén informados de todo lo que es preciso saber para estar al día. Nos han vendido que esto del virus es una guerra que hay que ganar. Cierto, tan cierto como que entre las derivadas de cualquier conflicto bélico se prodigan los desbarajustes sociales, el desempleo y la pobreza. Fenómenos tristes todos ellos que, históricamente, ha sido menester enmendar con medidas contundentes, nacidas de variopintos pactos políticos plenos de renuncias y sacrificios, en aras del bien común. Ejemplos de lo que les cuento abundan. En Francia, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, los políticos galos acordaron un paquete de medidas económicas y políticas de enorme calado para restañar las heridas del conflicto y reconstruir el país. Los sectores conservadores tuvieron que aceptar resignados y “patrióticamente” la nacionalización de la Renault, una reglamentación y bloqueo de los alquileres, leyes sobre la seguridad social e impuestos solidarios. También transigieron respecto a la nacionalización del gas y la electricidad, la de múltiples compañías de seguros, la de Air France, etc. Fueron tiempos difíciles aquellos. Todos lo sabemos, la guerra que estamos librando no entiende de misiles, obuses o drones, pero amenaza el bienestar futuro y la concordia cívica de nuestra sociedad. La pandemia del COVID-19 no sólo cuestiona el concepto de globalización, si no que pone en entredicho el actual orden económico mundial y su estabilidad social y política. No en vano la Comisión Europea, entre otras medidas de choque, está estudiando recetas nacionalizadoras para salir adelante. En España se habla de comisiones y de pactos para la reconstrucción. La pregunta a formularse es: ¿Serán capaces de obrar con sentido común los predicadores del neoliberalismo español, o los del independentismo más irredento? Regreso al inicio de este escrito, me abstengo de hablar sobre mezquinos y mezquindades. Introduzco lo sucedido hasta el día de hoy en el archivo de la memoria. Me dispongo a depositar mi granito de arena para la reconstrucción. Más adelante ya hablaremos.