El blog d'en Joan Ferran

28.11.18

ENTRE RUFIANES ANDA EL JUEGO









EL RUFIANISMO 


El rufianismo político es altamente contagioso. No sólo obnubila la mente si no que, incluso, es capaz de segregar fluidos susceptibles de ser utilizados como arma arrojadiza. Recuerdo de mi infancia algo que contaban los mayores, cuando íbamos de excursión, para que la chiquillería no molestara a las ranas y sapos de los estanques: “Vigila niño, esos animalitos escupen. Sus salpicaduras pueden irritar los ojos. Su contacto con la piel produce urticarias”. Sabios consejos en boca de tutores preocupados por el bienestar animal y la educación infantil. Hay palabras que lo dicen todo. El rufianismo es un concepto digno de estudio etimológico. Es una praxis política, de nuevo cuño, destinada a alterar la norma para conseguir llamar la atención. Provocación en estado puro, histrionismo barato. El rufianismo es astracanada, chabacanería, mala educación e insolvencia. Sí señoras y señores, el rufianismo es contagioso y no es patrimonio de un solo partido o grupo político. En este país se ha devaluado tanto la calidad de la política y de los políticos, hay tantas pasarelas ideológicas y vasos comunicantes que, desgraciadamente, el rufianismo se expande por doquier. Eso sí, sobre todo en ámbitos de mentalidad irredenta, mantras y pensamiento limitado. Así las cosas, seguramente por contagio, Junts per Catalunya ha comparado las prisiones españolas con Guantánamo. Uno de sus portavoces más ‘preclaros’, Albert Batet, ha llegado a afirmar, en sede parlamentaria, que a los presos se les tratará de forma violenta durante el juicio y cuando sean trasladados a Madrid. Pontifica Batet: 
“No sabemos a qué hora se tendrán que levantar, no tendrán reloj, serán transportados esposados, de forma violenta y sin desayunar”… 
¡Venga ya! No nos taladren con nuevas rufianadas. Todo el mundo sabe que las condiciones carcelarias de Junqueras y compañía son inmejorables. Pero el rufianismo es contagioso y Batet ya está atacado por el virus. La frivolidad del portavoz de JxCat refleja su profunda ignorancia acerca de lo que es y significa Guantánamo, un desconocimiento del sistema penitenciario y judicial español. Alerta pues. El rufianismo es un virus contagioso. Es un devorador de políticas serias y honestas. Ataca, preferentemente, a políticos con ansia de protagonismo -como Eduard Pujol o Batet- y partidos estresados. Guantanamera, guajira…

18.11.18

Cómo comprar el libro ‘Desde la aspillera’, de Joan Ferran

Portada Desde la aspillera libro de Joan Ferran
Si lo quiere dedicado, y no tiene prisa, solo tiene que decirlo y a nombre de quien es la dedicatoria. Para poder mandárselo dedicado ha de escoger una de estas vías de pago, dado que si escoge a un comprador que no sea Ediciones Hildy no podremos mandar el libro firmado.
Si no lo quiere firmado se lo podremos enviar antes, pero si nos quiere ayudar a nuestro proyecto, facilitando que la mayor parte del importe del libro nos llegue a nosotros, también siga estos pasos, por favor.
-Haga un ingreso de nueve euros (gastos de envió incluídos para España) en esta cuenta de paypal: elcatalandigital.es@gmail.com o en esta cuenta corriente: ING ES22 1465 0150 5419 0053 5176 (titular Ediciones Hildy). A continuación facilite una dirección de envío en este correo: edicioneshildy@gmail.com.

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-También lo puede comprar en Ebay o Todocolección Ponga en el buscador “Desde la aspillera. Joan Ferran” y le llevará a la tienda de Lavidaesunatombola (Todocolección) o Magicmino (Ebay). El importe en este caso será superior a 9 euros.
Importante: si lo desea comprar en su librería habitual o en una gran superficie, encárguelo, solo ha de pedirle que lo solicite a la distribuidora Benvil y lo tendrá en unos días.

16.11.18

se va el caiman victor perez con la billos arreglos de hugo cañas soni...

ERNESTO EL CAIMÁN....

                                             
Corría el año 1941 cuando un colombiano,   José María Peñaranda,   compuso una de las más famosas cumbias que existen.    Una cumbia que lleva por título ‘Se va el caimán’.   El bueno de José María, en aquellos instantes creativos, no podía llegar a imaginar el grado de popularidad que alcanzaría su obra y, aún menos, la utilización de la misma como estribillo contestatario. ‘Se va el caimán’ sufrió censura y prohibiciones en algunos países latinoamericanos, también en España. Cuenta Gabriel García Márquez, en sus ‘Textos Costeros’ haberla oído cantar durante el franquismo en un cine barcelonés.        Narra el escritor que, cuando en el NO-DO apareció la imagen del dictador, el público la tarareó.    Dicen los bien informados que la letra de la canción está basada en una leyenda caribeña, según la cual, un hombre del poblado de El Plato, cercano a Barranquilla, recurrió a un brujo para que le proporcionara una pócima transformadora. El solicitante del brebaje pretendía observar de cerca a las mujeres que se bañaban en el rio Magdalenas, sin ser visto. El encantador le ofreció dos frascos con virtudes transformadoras de ida y vuelta.   Con el tiempo el relato ha adoptado diferentes desenlaces finales pero, en esencia, el personaje en cuestión,    combinaba a conveniencia un talante sereno y comedido con otro de caimán… 

 Y ya lo ven, no lo he podido evitar. Informado de que Ernest abandona el Govern Torra, dispuesto a conquistar la alcaldía de Barcelona, me vino a la mente la tonadilla de ‘Se va el caimán’. ¡Qué cosas tiene el subconsciente! Quizás me haya dejado llevar por el Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española cuando sostiene que, en Venezuela, un caimán es una persona con intenciones dudosas o de escasa calidad. O, en Nicaragua, que se cataloga como ‘caimán’ a los personajes que miente mucho o que viven de fantasías. Sea como fuere, el anuncio de nuevo destino-misión de Ernest, me trajo a la mente la historia hecha música del voyeur de Barranquilla. Y es que amigos, cuando Ernest -alias ‘el Tete’- toma del frasco del brujo caribeño, se transforma en un cascarrabias y salta la noticia. Ejemplos los hay en exceso. Valga como prueba inicial repasar su discurso, supuestamente institucional, desde la Mesa de Edad del Parlament. Nunca nadie antes, a inicios de una legislatura, había empleado un tono tan desafiante, desabrido, agresivo y desbocado como él. Si la memoria no me falla, en tiempos del Tripartito, también fue Ernest quien torpedeó a Montilla al afirmar que el gobierno era un ‘artefacto inestable’. Todo el mundo entendió aquello como una bofetada a IC y también a los antecesores de sus actuales padrinos de ERC . El caimán fantasioso, si seguimos la definición nicaragüense, presentó en sociedad un partidillo efímero que osó llamarse Nova Esquerra Catalana. Luego vino el periplo europeo para recalar finalmente de conseller en Acció Exterior (este titulín me recuerda a Mikimoto). Ahí seguramente salió a flote el caimán -versión venezolana- que lleva dentro atribuyendo, injustamente, a la ministra Meritxell Batet algo que no dijo. Retó a Josep Borrell, le acusó de panfletario y llegó a afirmar que “está empezando a prohibir Europa”. Etc. Etc. Bien, pasemos página. Dicen que se va del Govern para triunfar en la ciudad condal, para hacer patria y combatir a las élites (sic). Deseo, de corazón, que apure el contenido del otro brebaje de la leyenda caribeña. Sí, el que restaura a los convertidos en caimán a su condición de humanos. De no ser así Ernest, el de la Mesa de Edad, se irá un pelín más decrépito ‘pa Barranquilla’.

Se va el caimán, se va el caimán

15.11.18

Vídeo inédito de la II República Española

                                                 ¿EN NOMBRE DE QUÉ PUEBLO??

 Cuando observo a un político entrar en la brega parlamentaria y atribuirse cariacontecido, con voz afectada, la representación de todo un pueblo, me estremezco. A mi mente acuden imágenes en blanco y negro, fantasmas del pasado y jergas patibularias. Han sido tantos los tiranillos, los sátrapas y caudillos de medio pelo asidos al poder, en nombre del pueblo, que uno se teme lo peor. Uno de los vicios retóricos de Quim Torra, y de su gente, es el recurso continuo a los mantras del ‘poble’ y ‘el mandat’. Es tan reducido y poco imaginativo el relato del Govern, que deviene dificilísimo restablecer en Cataluña un mínimo acuerdo parlamentario. Pero no solo eso, la invocación constante a una voluntad metafísica superior, que ni existe ni se toca, nos lleva a desconfiar del fondo argumental del Ejecutivo, a abortar cualquier intento de recomposición de la concordia. Marine Le Pen, en las elecciones francesas del 2017, aparcó los viejos recetarios del Frente Nacional galo a la búsqueda de un mensaje transversal capaz de maquillar el pasado y modernizar la imagen de su partido. Apostó por un eslogan ‘Au nom du peuple’ que a estas alturas de legislatura ya les debe resultar familiar en lengua catalana. Esta frase se ha convertido hoy en un comodín -aquí y allí- obviando el concepto ciudadanía. La ciudadanía se basa en la igualdad de todos ante la ley sin diferencias de clase, ideología, raza, religión u orientación sexual. Marine Le Pen, al igual que otros por acá, afirma que esa frase “más que un eslogan se trata de una forma de conducta, de una profesión de fe. El presidente de la república es un mero mandatario del pueblo”. En pocas palabras, según la dirigente del FN: Un líder con un destino rígido e inexorable. Umberto Eco decía que una de las características del fascismo histórico era apelar a las clases medias frustradas, desvalorizadas por alguna crisis económica o humillación política y que, en nuestros tiempos, el fascismo encontrará en una nueva mayoría su público a partir de obreros desclasados y viejas clases medias. Habrá que seguir atentos la evolución de nuestra sociedad para no repetir errores del pasado. La actuación de Quim Torra en los plenos del parlamento catalán, la repetición del mantra victimista y la cerrazón ante los presupuestos ‘en nom del poble’, hacen buenas las palabras de Ricardo Mella -libertario ilustre- que hace más de cien años escribió en la Revista Blanca: “Allá va la multitud arrastrada por la verbosidad de los que no llevan nada dentro…” A lo que un servidor de ustedes añadiría: Van de vacío, aunque hablen ‘en nom del poble’.

8.11.18

NO ESTÁ A LA ALTURA......






‘T’ DE TORPE, ‘T’ DE TORRA 




Si alguien cree que excitando al personal a través de la redes sociales se va a llevar el gato al agua, está equivocado. Si alguien considera que con las arengas de la Terribas y las retransmisiones en directo, vía TV3, de las performances independentistas la batalla está ganada, yerra o es un ingenuo. Entorpecer la cotidianidad del país, agitar, o tildar al discrepante de cómplice botifler es fácil pero no conduce a nada. Con la llegada -por otra parte sabida y esperada- de las peticiones de la fiscalía, los prebostes del independentismo han fingido de nuevo. Se han rasgado las vestiduras con aire indignado cuando, a priori, sabían la amarga medicina que les iban a recetar. Y es que amigos, a los jueces no les gusta que les marquen las pautas, ni les chuleen. Tampoco que les presionen con altercados en la calle. A la judicatura no le sienta bien que algunos, obviando la separación de poderes, exijan penas o absoluciones a la carta. Y así estamos. A más de uno de esos indignados le convendría repasar algunos pasajes del catecismo. Sí, aquellos que consideran como requisito para lograr el perdón la confesión de los pecados, el arrepentimiento, la penitencia y, sobre todo el propósito de enmienda. 
Y si uno repasa las soflamas, declaraciones y anuncios de los principales dirigentes secesionistas, el propósito de enmienda ni está ni se le espera. ¡Absolución! Gritan al unísono los próceres independentistas, aunque en su fuero interno sepan que es una invitación a lo absurdo. A estas alturas del serial procesista ya nadie cree que aquí no ha pasado nada, que los protagonistas de un lustro de incertidumbres se van a largar de rositas. Pues no, la vida enseña que todo tiene un precio. Alto o bajo, según las exigencias, pero todo se paga. Las concentraciones en las cárceles donde moran los presos se daban por descontadas. Las movilizaciones, campañas y altercados que se sucederán los próximos días también. Todo ello forma parte de un guión, aparentemente escrito de antemano, en el que la variable se encuentra en un desenlace final que puede ser numérico (155) o negociado con serenidad a lo largo de los próximos meses. Quim Torra, haciendo gala de su habitual torpeza, dice que ha roto con Sánchez y que los presupuestos los vote Rita la cantaora. Error.
 El vicario de Puigdemont en el mundo real cierra puertas. Él y su amo prescinden del pragmatismo y de la inteligencia que se le supone a un dirigente político. Quizás prefieran, o les interese, matar la política y despertar a la bestia.