El blog d'en Joan Ferran

24.5.22

¡¡¡ GROUCHO VIVE !!!!

 

 
SALVAFUTUROS COLAU 




 Paradojas de la vida: Artadi se va, Colau se queda.   Le ha costado muy poco a Barcelona en Comú modificar los apartados de su código ético que prevén una limitación de mandatos.  ¿Evitar que los cargos electos se encadenen a la poltrona ha dejado de ser una prioridad política? Ya saben ustedes que algunos ‘marxismos’ tienen unos principios flexibles y adaptables a las circunstancias e intereses del momento. Las bases del partido le han pedido a la alcaldesa que se presente a un tercer mandato. Lo hacen a sabiendas de que en el último barómetro municipal la valoración de Ada Colau no es buena. Ella ha aceptado el reto y sus colaboradores han respirado aliviados. No es ningún secreto que la salud política de eso que Yolanda Díaz llama ‘la esquinita de la izquierda’, no es buena. Tampoco hay que ser muy avispado para detectar que Barcelona en Comú, sin la alcaldesa como candidata, obtendría un pésimo resultado en las elecciones municipales. Quizás por ello algunos analistas sostienen que han sido los más estrechos colaboradores de Colau los que, temiendo perder su cargo, han maniobrado intensamente para garantizar su candidatura. Hay incluso quien explica que la afluencia masiva de algunos Comuns a las oposiciones obedecía a la sensación de estar ante un fin de ciclo político. Todas estas movidas no auguran nada bueno. Falta un año para las elecciones y me temo que todos nuestros ediles van a estar más pendientes de las elecciones que de ejercer con diligencia el cargo.
Publicado en '20 minutos'

MÁS SATURADOS AUN...

 

DEMASIADAS OBSCENIDADES 




 Sí, ya se que Juan Carlos I está limpio de culpa judicial y que puede ir a donde le plazca. Al Borbón le gusta el apretón de manos y le alagan los vítores de los incondicionales. ¿Qué mejor lugar que Sanxenxo, para recalar en España? Pero ello no es óbice para que el exhibicionismo náutico del Rey emérito me parezca un atrevimiento inadecuado, e incluso obsceno. Tan obsceno como el oportunismo de algunos republicanos que andan dispuestos, en beneficio propio, a morder las carnes de un paquidermo regio que ya camina hacia el cementerio de elefantes de Abu Dabi. A los Garzón, Rufián y compañía les va de perlas el revuelo generado por la visita y muerden para sacar tajada. Muerden tanto que activan la pulsión redentora de la derechita, y de la derechona; gente ésta, siempre dispuestas a socorrer a la realeza en apuros. El celo desmedido de los ultras en pro de la dinastía, lejos de actuar como revitalizante de la misma, deviene carcoma. Santiago Abascal y Cuca Gamarra vocean pero no son buenos valedores de la flor de lis. Respecto al emérito y su circunstancia, hago mía la tesis de Joaquim Coll cuando afirma que, ante la falta de ejemplaridad que le costó la corona en el 2014, lo mejor es el silencio. Obscena tragicomedia la de nuestro país cuando navega entre la comicidad, lo absurdo y la desmesura. La Lupe, la Reina del Latin Soul, ya nos cantaba aquello de “Teatro/ lo tuyo es puro teatro/falsedad bien ensayada/estudiado simulacro/”. Es decir: espectáculo garantizado, alimentado por algunos fabricantes de noticias a los que les importa un comino la estabilidad, los valores democráticos y la moral del personal.Todo ello combinado con los mercaderes de emociones que en televisiones y radios patrioteras, son capaces de vendernos como defensa de la libertad de expresión cualquier exabrupto sin gracia y calidad artística (pienso en Valtònyc). O peor aun, nos meten en pantalla a un ser zafio y deleznable llamado Villarejo. Patético. No me tachen de agorero pero hay razones suficientes en la esfera pública, no estrictamente económicas, que generan escepticismo y enfado en la ciudadanía. Vivimos en un país pródigo en la elaboración de reglamentos, códigos éticos y procesos de primarias; cierto, pero al mismo tiempo se da la paradoja de que nuestros políticos se convierten en expertos en el arte de vulnerar lo acordado, doctorándose en la invención de excepciones. El pensamiento Groucho respecto al cambio de principios se impone sin rubor. La limitación de mandatos decae cuando conviene, el antídoto contra el caudillismo salta por los aires y Ada Colau podrá optar a un tercer mandato. Actuará como trapecista con red de seguridad. En caso de caída fortuita optará a ser una cifra en la suma de Díaz. Y tragamos. Tragamos la historieta de los audios en la que ha sido escuchado hasta el escuchador; admitimos que los deportistas en activo hagan negocios multimillonarios con emires, que las mascarillas engrosen cuentas corrientes o que la envidia cochina ensucie en las redes la imagen de Chanel. Al igual que aceptamos, sin rechistar, falsas solidaridades y postureos respecto a Ucrania como si hubiera refugiados de primera y de segunda categoria. Ya ven, obscenidades haberlas haylas, y muchas también en las palabras de Ayuso cuando habla de feminismo. Algunos días uno desearía que nada de lo desagradable que se ve y oye en los medios de comunicación fuera verdad, que la batalla dialéctica fuera más respetuosa y civilizada, que el pacto fuera deseado por todos y posible. Pero, lamentablemente, nadie va de ese palo y así nos luce el pelo. Permítanme una última consideración en forma de pregunta: ¿Hay algo más pornográfico y obsceno en política que el chantaje y las puyas entre socios de gobierno o coalición? Opino que no. Para concluir un aviso a navegantes. Si alguien cree que todo este fango nos va a recluir en casa sumergidos en el mundo de las series y el futbol está equivocado. Pasarán cosas.
Publicado en Crónica Global

6.5.22

HAY QUE BUSCAR SOLUCIONES...



¿SEGUNDA MANO? 
 Se lleva vestir indumentaria vintage y comprar ropa en los mercadillos de segunda mano. Cuentan los entusiastas de esta moda que la elección de materiales, muebles y prendas retro es una faceta más de la lucha contra el cambio climático. Dar una segunda oportunidad a determinadas prendas u objetos evita el uso abusivo de materias primas y reduce la huella del carbono. Cierto, pero no todo es de color de rosa en otros sectores. La pandemia, la guerra, la inflación y la falta de componentes ha golpeado al mercado automovilístico. El pasado mes de abril las ventas cayeron un 12,1% respecto a las del año anterior. Las necesidades de movilidad y trabajo de muchos ciudadanos ha disparado la compraventa de vehículos viejos. Y es precisamente en este ámbito de las ventas de segunda mano donde las ventajas ambientales de recuperar lo usado chirrían. ¿Porqué? Los vehículos viejos son más ruidosos y contaminantes y el potencial comprador de nuevos modelos no encuentra ofertas asequibles. Ahí tenemos un problema social que los poderes públicos deberán administrar con sabiduría, sin rigidez. No todo aquel que quiere renovar su coche o furgoneta puede hacerlo. A unos les aprieta la economía, a otros la ausencia de la máquina deseada a un precio razonable. Se lleva de nuevo la recuperación y el trueque. Somos más verdes que antes. Utilizamos webs que procuran el intercambio de bienes y la ayuda mutua. Perfecto. Pero, por favor, no dejemos a ningún transportista tirado en la cuneta.
Publicado en 20 minutos

3.5.22

MARRULLEROS

 

SOBRE SOCIOS E INQUINAS
 No teman. No voy a parafrasear al Lenin pediatra diagnosticando el izquierdismo populista como una enfermedad infantil inherente a la política. No lo haré, ese recurso está demasiado sobado. No obstante, tras oír a Pablo Echenique solicitar que rodaran cabezas en el ministerio de Defensa, o a Ione Belarra disparando dardos envenenados contra Margarita Robles, uno llega a comprender la esencia de la frase de Voltaire: ”¡Dios mío, líbrame de mis amigos! De los enemigos ya me encargo yo”. La secretaría general de Unidas Podemos parece haber incorporado a su discurso una variante de la tesis de Ferdinand Lasalle, según la cual el gobierno se fortalece depurándose. Ya saben, para la ministra de Derechos Sociales, la depuración es un método infalible para no caer en el relativismo propio de una socialdemocracia que espía a pacíficos ciudadanos, cobija a la Monarquía y nos lleva a la guerra. Así las cosas, con tanta inquina y beligerancia verbal ¿Quién nos garantiza que tras pedir la cabeza de la ministra de Defensa, no se les ocurra a los enragés solicitar la de la titular de Trabajo y Economía Social por falta de celo revolucionario? Con socios así, tan propensos a la espantada, uno puede llegar a pensar que otro tipo de pactos y acuerdos son deseables y posibles. Sí, los pactos y las alianzas imprescindibles para garantizar que el país encare el camino de la normalización. Pero con gente seria, con partidos y formaciones capaces de anteponer los grandes temas de estado, y los intereses de la ciudadanía, a los de su peña partidaria. En una crisis como la que nos toca vivir cuesta digerir, y comprender, cómo ERC ha podido pasar de largo ante las políticas de empleo propuestas por el ejecutivo y la Reforma Laboral. Es del todo inexplicable su baladronada ante el decreto de medidas anticrisis que se votó en el Congreso de los Diputados. Como inexplicable es la actitud pagafantas, respecto a la gesticulación de ERC, de personajes como Jaume Asens. Un político dispuesto a fotografiarse junto al independentismo contra el gobierno, e incapaz de afear a los republicanos su voto coral con la derecha. El diletantismo de los Comuns no tiene paragón y Ada Colau lo borda en Barcelona llevando al pleno de su ayuntamiento temas testimoniales. Observen las diferencias, incluso Bildu está en condiciones de demostrar en Euskadi que, cuando conviene, pueden votar como el PNV sin dejar de ser lo que son. Una vez más el nacionalismo vasco ha dado al catalán una lección de inteligencia política. Los limpios de corazón sostienen que el ruido en el seno de la coalición de gobierno lo genera la búsqueda de la verdad acerca de lo acontecido alrededor del caso Pegasus, otros alegan que son las primeras escaramuzas de la batalla electoral que va a tener lugar en Andalucía. Los más resabiados pensamos que hay algo estructural, e histórico, en la inquina acumulada contra los socialistas en algunos sectores de la esquinita de la izquierda. Como complemento, el miedo atávico de ERC a ser señalada como colaboracionista por los de Carles Puigdemont, redondea un panorama parlamentario que camina hacia el esperpento. Sí amigos, el gobierno de Pedro Sánchez proseguirá su andadura hasta completar la legislatura, pero ya nada será igual. Hace un par de días Fernando Onega nos advertia de la aparición en el lenguaje político de la palabra ‘chantaje’. Ojo pues, con inquina y chantajes caen los puentes, no se hace camino al andar.
Publicado en Crónica Global

                                                                    LA BIBLIOCABINA 

 Ha llovido mucho desde que en 1928 se instalara en el parque del Retiro de Madrid la primera cabina telefónica de España. Ha pasado casi un siglo y este año la compañía Telefónica tiene previsto retirar las quince mil que siguen en pie, repartidas por las ciudades y pueblos del país. Las viejas cabinas ya no cobijarán llamadas anónimas, amenazas o palabras de amor. Todo eso se acabó, ha triunfado el móvil.
 Sin ellas algunos recursos literarios quedarán obsoletos y se difuminará parte de un determinado paisaje urbano. Eso sí, persistirá en el recuerdo de los cinéfilos aquella magnífica película de Antonio Mercero, La Cabina, que ganó un premio Emmy. La protagonizó un joven José Luís López Vázquez que fue galardonado con un Fotogramas de Plata. Barcelona no se ha resignado a perder su última cabina. El ayuntamiento le ha echado imaginación y la que quedaba la ha transformado en bibliocabina. La inaguró antes de Sant Jordi, en el barrio de Sant Genís, convertida en un punto de intercambio de libros y carga de móviles. Todo ella equipada con un wifi que da servicio a toda la plaza. Por desgracia abundan en la ciudad unos vándalos dispuestos a saquear y destrozar todo lo público. Casi lo consiguen hiriendo de muerte la bibliocabina de San Genís. El diccionario define el vandalismo como un espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, ni sagrada ni profana. Procede reparar el daño y atrapar a los gamberros para que un juez les fabrique una cabina a medida.