El blog d'en Joan Ferran

20.8.18

NEGRAS TORMENTAS....





CATALUÑA EN LA ‘NUBE’ 

 Sequía legislativa y hambruna política es lo único que ha sido capaz de generar el gobierno de la Generalitat a lo largo de los últimos meses. En el Parlamento catalán sólo han hecho acto de presencia cuatro proyectos de ley heredados de la anterior legislatura y retenidos merced a la aplicación del artículo 155. Resulta paradójico que la coalición de gobierno y sus monaguillos de la CUP -invocadores eternos de las esencias del país- sólo hayan aprobado una de ellas y con el fin de intentar legitimar la investidura telemática de un “huido”. Eso sí, decretos sobre la leche cruda los que quieran, paseítos a la cárceles un montón y soflamas insultantes contra la jefatura del Estado o los jueces, también. Nunca los primeros 100 días de un gobierno catalán fueron tan patéticos, agrios y tristes. Nunca los primeros meses de un gobierno de la Generalitat estuvieron tan preñados de conflictos y de propósitos de bronca como estos últimos. Cuando Quim Torra predica descaradamente atacar al estado español está sentando las bases para que otros muchos, aquí y allá, desempolven de nuevo el artículo 155 sin complejos. Cuando Elsa Artadi arremete contra el juez Llarena, uno prefiere pensar que lo hace por bisoñez política y no por estupidez manifiesta. ¿O es que acaso esta señora emperifollada está intentando que la crispación política y el caos de réditos? Que los próceres del secesionismo tengan cerrado el Parlament a cal y canto a su conveniencia es poco ‘patriótico’ y nada democrático. De aquí a unos días los numeritos y las performances del 11 de Septiembre volverán a ser retransmitidos y comentados por TV3 y Catalunya Ràdio con todo lujo de detalles y mensajes subliminales. Quince días después un remake 1-O sustituirá la Diada y, previsiblemente, las decisiones judiciales devendrán combustible para el motor secesionista. Y sí, amigos, el 27 de octubre Quim Torra podrá utilizar su potestad de convocar elecciones si así se lo ordena su amo, el conspirador de Waterloo. Mientras tanto el conseller Puigneró, harto de ratafía, quiere instaurar la república digital como paso previo imprescindible de la real. De momento piensa ubicarla en ‘La Nube’. El conseller de Interior sueña con multar a los que liberan de plástico amarillo contaminante calles y plazas; Pilar Rahola lleva la paella de arroz SOS a Waterloo mientras Puigdemont asesina al PDeCAT… Y la política en Cataluña por las nubes entre truenos, rayos y centellas. Y la gente corriente y moliente harta de tanto bochorno fabricado por y para cuatro vividores.

LO MEJOR ES EL PUEBLO...SIN MANIPULAR




CATALUÑA Y EL MAÑANA EFÍMERO


 ‘La Cataluña de paella y ratafía, procés y melancolía, devota de banderas y Badias, de espíritu victimista y alma de ‘tieta’, tendrá su día, su réquiem sus exegetas... Esa Cataluña inferior cascarrabias y triste, paradigma de la queja, anacrónica y posturera; esa Cataluña inferior, de alboroto festivo y bufones homófobos, esa que llora mientras con la cruz embiste, tendrá algún día nuevos poetas que la redimirán. La Cataluña estomacal de Pilares omniscientes, tractores amarillos, agitadores de pantalla, fanáticos supremacistas, falacias y porcentajes múltiples de tres, jamás engendrará un mañana prometedor…’ 

Confío que el insigne poeta sevillano, allí donde esté, me perdone el sacrilegio que acabo de perpetrar al versionar burdamente su obra para airear que hay dos Cataluña: la imaginaria hecha a base de reescribir la historia y amañar la verdad, y otra que labora, piensa y estoicamente pena. Antonio Machado, en 1913, escribió su famoso poema titulado ‘El Mañana Efímero’. Lo dedicó a Roberto Castrovido, eminente periodista y republicano federalista español que moriría en el exilio mejicano en 1941. En ese poema Machado esboza una crítica pesimista de la sociedad española. Nos habla de las dos Españas, de la que ora y bosteza, de la del cincel y la maza y de la contradicción existente entre la devoción y el discernimiento. Han pasado casi cien años desde que el poeta lamentara la existencia de hombres y mujeres aturdidos por falacias. Nos alertó con sus versos de la naturaleza perniciosa propia de gente irascible de ideas fijas y propensas al insulto, la descalificación o la venganza. Las actitudes, declaraciones y posicionamientos de algunos próceres del secesionismo nos sitúan de nuevo ante individuos como los insinuados por Machado. Me inducen a pensar que desean eternizar la anormalidad política, el caos y la existencia de dos tipos diferenciados de ciudadanos catalanes: los patriotas y los indeseables. Y, amigos, lo más trágico que le podría pasar a este pequeño país es que lo que debería ser efímero y fugaz se estanque. La historia nos cuenta que en política, generalmente, todo lo que se estanca tiende a descomponerse o a corromperse.