El blog d'en Joan Ferran

23.2.17





EL VIDEOCLIP DE SUSANA 

Hoy en día pocas cosas se les escapan a los medios de comunicación. Y menos a los grandes medios que han adoptado la vía digital para compensar la crisis manifiesta del papel. Visiono en El Periódico, no sin cierta perplejidad, un video hagiográfico dedicado a Susana Díaz. No acierto a comprender si la intención es demostrar sus habilidades como presidenta de Andalucía, como candidata a dirigir el PSOE o ambas cosas a la vez. Dicen que ha sido confeccionado por un grupo de fans y allegados pensando en matar dos pájaros de un tiro. Reconducir, por una parte, el deterioro de su imagen pública tras las recientes movilizaciones acaecidas en Andalucía; por otra, contrarrestar el protagonismo de Pedro Sánchez y Patxi López. En el videoclip Susana lo es todo. Es presidenta, hija, madre, líder, sacrificio y lealtad. En él derrocha simpatía, gracejo y proximidad al más puro estilo de la prensa del corazón; una miscelánea arcaica, un coctel, entre spot electoral y reportaje rosa… Perdónenme, pero creo que, tanto la protagonista como los autores del videoclip, no son conscientes del momento histórico que estamos viviendo, ni de las corrientes de fondo de nuestra sociedad. Nos hallamos en ese claroscuro -que definió Antonio Gramsci con maestría- entre un viejo mundo que muere y otro que empieza a nacer. Se está librando un combate entre las inercias del pasado y nuevas formas de pensar y participar. No se trata solo de un tema de personas y liderazgos sino de método, estilo, coherencia y dinámica. El viejo marketing está obsoleto, ya no sirve. Aunque nadie haya dado el pistoletazo de salida el proceso de primarias en el PSOE ya ha empezado. Algunos las viven como un episodio más, uno de tantos, en el que hay que echarle toda la carne al asador para conseguir el triunfo –según ellos- de lo ‘políticamente correcto’. Ahí vamos a encontrar el uso -y abuso- de los resortes orgánicos e institucionales que aún están en manos de los de siempre. El acto sufragado por Abel Caballero, hace pocas semanas, es un ejemplo de ello. La ofensiva mediática no ha hecho más que empezar. El futuro es impredecible, cierto. Lo viejo no se resigna a dejar paso a lo emergente, lo teme, lo acusa de irresponsable o temerario; va a vender cara su piel. Veremos pactos inexplicables, alineamientos contra natura, maniobras de distracción de todo tipo e incluso terceras vías que no serán tales. Lógico. Lo acomodado no quiere fenecer pero las nuevas dinámicas están ahí, han venido para quedarse. Las impulsan la gente corriente, esos que algunos llaman despectivamente: ‘las bases’.

14.2.17

DE LOS MENCHEVIQUES A SUSANA...







 Dicen los entendidos que en el Congreso de Vistalegre han ganado los partidarios de la radicalidad en detrimento de los posibilistas. Incluso hay quien se atreve a hacer paralelismos –por algo será- entre los inicios de la Revolución Rusa y la actualidad. A la palestra han vuelto términos y calificativos como mencheviques o bolcheviques aunque, a mi modesto entender y parafraseando a Lenin, lo que hay por ahí es mucho socialpatriota suelto. Si señores; a partir de hoy se admiten apuestas para adivinar cuánto tiempo van a sobrevivir en la nueva era los mencheviques, quien va a jugar el rol de Trotsky, quien el de Stalin. 

 Pero volvamos al presente. La victoria de Pablo Iglesias ha servido, al menos, para ubicar mejor tanto al PSOE como a Podemos. Ha dibujado el espacio político que deberá cultivar cada cual si pretende asaltar los cielos o gobernar España. En esta refriega Iñigo Errejón ha manifestado su vocación de hibrido transversal, mientras que, Iglesias, sigue creyéndose destinado a escribir – como hizo Vladimir- unas nuevas ‘Tesis de Abril’ para consumo televisivo.
 Dicen también que la vieja guardia del PSOE ha recibido con alborozo el triunfo de Pablo considerando que, el corrimiento a la izquierda de los morados, deja el camino libre y expedito para que Susana Díaz intente la toma de Ferraz. Opinan que ha llegado el momento en que el socialismo español asuma el reto de elaborar un relato de centro izquierda nuevo y transformador. Sostienen que el viraje a la derecha de Ciudadanos, y las formas agresivas de los podemitas, liberan espacios de centro progresista para conquistar y bla, bla, bla… Quizás sea cierto, no lo discuto, pero olvidan que el socialismo español actual es algo más que un mitin de alcaldes subvencionado y un pacto entre dirigentes autonómicos. Ya nadie está tocado por los dioses ni ungido en un sanedrín. En nuestro tiempo, más allá de los profesionales de la política, han entrado en escena los amateurs. Gentes que no tienen más amo que sus principios y su conciencia, gentes que desean hacer valer sus opiniones y participar en la toma de decisiones, que abominan del manipuleo. Permítanme la redundancia y la advertencia: en las bases del socialismo hay deseos de socializar el poder y huir de la tutela de aparatos y elites. La patente de centro izquierda socialdemócrata no pertenece a nadie, es de todos. Pero es un poco menos de los que, idolatrando el pragmatismo extremo, vendieron en su día la esencia del socialismo democrático