El blog d'en Joan Ferran

8.12.25

"The Internationale" - Modern Pop-rock Version (Chinese and French)

4.12.25

VISCA LA RUMBA!

 

EL ‘VENTILADOR’ DE LA RUMBA



 Quan les aspes d’El Molino barceloní s’il·luminen al Paral·lel ningú mol blat, però la seva lluor dona vida a la ciutat, a la seva gent i a la cultura popular. Si aquesta circumstància puntual té lloc perquè un moviment ciutadà està compromès amb una causa tan justa com festiva, el fenomen adquireix una rellevància especial. I això és el que va succei el passat diumenge a la ciutat comtal. Quan la Plataforma per la Defensa de la Rumba Catalana, amb el suport incondicional de mitjans de comunicació com Ràdio 4 i Televisión Española, és capaç d’organitzar amb èxit una marató de rumba, és que s’han fet les coses bé. Dotze hores ininterrompudes de música rumbera amb l’aforament complet del local, obligat a organitzar torns, és l’exponent d’un èxit i d’una il·lusió col·lectiva. La reivindicació perquè aquest gènere musical, creat per la comunitat gitana de Barcelona, sigui considerat per la Unesco com a Patrimoni Immaterial de la Humanitat gaudeix de bona salut i avança. El Parlament de Catalunya i el Congrés dels Diputats ja van aprovar en el seu moment resolucions al respecte. Però permeteu-me que, més enllà d’aquest anar i venir de peticions entre institucions, posi en valor el que va passar a l’escenari d’El Molino. Per les seves taules van desfilar un bon nombre de grups i cantants que, de manera altruista, sense cobrar ni un cèntim, creuen que aquesta manifestació de cultura popular ha de ser valorada a nivell mundial. A la marató rumbera no hi va faltar la saga dels Pubill, les noies de Maruja Limón ni el record i les cançons d’en Gato Pérez. Tampoc no hi va mancar el suport explícit de l’Ajuntament i de la Generalitat, però el més rellevant d’aquesta marató va ser la seva voluntat de ser i de repetir l’esdeveniment l’any vinent de nou de la mà de Ràdio 4 i TVE. Vint-i-quatre hores ininterrompudes de «ventilador», de rumba catalana, podrien posar a ballar la Unesco per que “Barcelona tiene poder”.

Joan Ferran: "Crónica Global ha sido un antídoto contra la espiral del s...

6.11.25

LAS TRIBULACIONES DE UN GACETILLERO

 

 EL LIBRO

Lanzado en septiembre de 2025, este libro llega en un momento de crisis periodística global y posprocés en Cataluña, donde Ferran sigue siendo una voz disidente desde su cuenta en X (@Joanferrans ) 
Es su continuación natural a obras como Maleïda crosta (2009), pero más introspectiva: menos sátira, más catarsis. Publicitado por Círculo Rojo (editorial independiente), ha generado reseñas positivas en medios como Crónica Global (que lo ve como un "himno al periodismo combativo") y No Solo Cine (donde Conxa Parramón lo califica de "triste y bella emoción"). 
En X, menciones recientes (octubre 2025) lo destacan como "libro de la semana", con eco en círculos literarios catalanes, aunque sin viralidad masiva. No hay ediciones masivas aún (disponible en Amazon y librerías locales), pero su recepción inicial es de nicho: elogiada por su "valentía" en desmontar vanidades, ignorada por la "crosta" que critica.
Conclusión: ¿Por qué leerlo?
Las tribulaciones de un gacetillero es un bálsamo amargo para quienes han lidiado con el periodismo o la política: un recordatorio de que la vanidad nos desgarra, pero el adanismo nos salva. Ferran, a sus 73 años, no se resigna; anima la fiesta desde la costa, con la fuerza de quien ha visto caer imperios ideológicos. Ideal para fans de memorias como Papel mojado de Vázquez Montalbán o ensayos de Kapuściński. Puntuación: 8/10 —profundo en su sencillez, un must para entender la Cataluña desencantada. Si buscas evasión, pasa; si quieres verdad cruda, sumérgete.

RECUPERANDO PREMONICIONES QUE SE HAN CUMPLIDO

 

  Análisis del libro Maleïda crosta de Joan Ferran SerafiniMaleïda crosta (publicado en 2009 por Columna Edicions, 

Es la primera novela de Joan Ferran i Serafini, el controvertido exdiputado socialista catalán conocido por su crítica al nacionalismo. Este libro no es solo una ficción literaria, sino un arma cargada de sátira política, que usa el formato novelesco para diseccionar las entrañas del poder en la Cataluña de inicios del siglo XXI. Con un estilo directo, irónico y sin filtros —marca de la casa Ferran—, el autor transforma su experiencia personal en una narrativa que roza lo autobiográfico, cuestionando los límites entre la verdad y la ficción en la política. A continuación, desgloso su estructura, temas, estilo y relevancia, basado en sinopsis editoriales, reseñas y el contexto del autor.Resumen de la trama (sin spoilers mayores)
La novela gira en torno a la relación singular y turbulenta entre dos personajes centrales: una joven licenciada en Ciencias Políticas, idealista y ambiciosa, y el portavoz de un grupo parlamentario en el Parlament de Catalunya. Esta conexión no es solo romántica o profesional; es un catalizador para explorar el laberinto del poder catalán. La acción se desarrolla en escenarios reconocibles de la Barcelona y Cataluña contemporáneas: pasillos parlamentarios, redacciones periodísticas, cenas de lobby y noches de desahogo en bares de mala muerte.Ferran introduce elementos de thriller psicológico: malentendidos, traiciones y pasiones que se entretejen con debates ideológicos. 
El lector navega por un mundo donde el amor y el deseo chocan contra la "crosta" —esa capa rígida y asfixiante de dogmas políticos y mediáticos que el autor denuncia desde su famosa entrevista de 2007 en El Periódico. La trama avanza con giros que mezclan erotismo sutil, humor negro y revelaciones que exponen la hipocresía del "star system" político. No es una novela lineal; es un mosaico de viñetas que culmina en una reflexión sobre el "posibilismo" —esa capacidad de adaptarse (o venderse) al sistema para sobrevivir.Temas principalesFerran usa la ficción como vehículo para su guerra cultural, alineada con su ideología socialista "españolista" y anti-nacionalista. 
Los temas clave forman un tapiz crítico:Tema Descripción Ejemplo en la novela La "crosta nacionalista" y el poder mediático Crítica central: cómo una élite ideológica (la "costra") controla narrativas en TV3, Catalunya Ràdio y prensa, creando imaginarios colectivos que ahogan el disenso. Ferran la pinta como una "maledita costra" que infecta la democracia. Escenas en redacciones donde periodistas "camuflan" opiniones por miedo al ostracismo, eco de su polémica real de 2007. Pragmatismo vs. idealismo (y la traición) Defensa ferotge del "posibilismo político": ¿es la traición una virtud para lograr cambios, o una rendición? Explora cómo los ideales se diluyen en alianzas cínicas. El protagonista, un veterano parlamentario, justifica compromisos con el nacionalismo como "mal menor", reflejando el "corrent paramèdic" del PSC al que perteneció Ferran. Amor, deseo y pasiones en el poder La relación central añade capas humanas: sexo como escape, celos como motor de ambición. No es romántica rosa; es cruda, mostrando cómo el poder corrompe lo íntimo. Diálogos cargados de tensión erótica entre la joven y el portavoz, intercalados con debates sobre ideología. Crítica al sistema y desencanto ciudadano Ataque al "star system" catalán: políticos como celebridades, medios como gurús. Incluye música (rock y folk catalán) como banda sonora de la rebeldía fallida. Referencias a polèmiques reales (sobreentesos parlamentarios) y figuras camufladas, fáciles de identificar para el lector catalán. Estos temas no son abstractos; Ferran los ancla en la realidad post-Transición, donde el nacionalismo (CiU, ERC) domina, y la izquierda se debate entre resistencia y acomodo.
Estilo y estructura literariaEstilo: Provocador y conversacional, como una columna de El País extendida a novela. Ferran escribe "a cor obert" (a corazón abierto), con frases directas que interpelan al lector: "¿Amic lector: fins on arriba la nostra capacitat de fingir, de negar, de camuflar el que realment pensem?". Mezcla catalán coloquial con toques poéticos, y usa el humor sarcástico para desarmar pomposidades. No es alta literatura; es literatura militante, al estilo de Vázquez Montalbán, pero más cruda y menos nostálgica. Estructura: No cronológica; salta entre presente y flashbacks, con capítulos cortos como viñetas periodísticas. Incluye interludios musicales (citas de canciones) y un prólogo-manifiesto donde el autor justifica su "falta de autocensura". La edición (traducción de Margarida Trias en algunas versiones) mantiene el ritmo ágil, ideal para lectores que buscan denuncia más que prosa lírica. Fortalezas: Su verosimilitud; personajes "fàcilment identificables" (¿el protagonista es un alter ego de Ferran o de Borrell?) hacen que sea un "roman à clef" adictivo. Debilidades: Para no catalanes, puede requerir contexto; el didactismo a veces frena el flujo narrativo. Contexto y relevanciaEscrito en 2009, Maleïda crosta es un puñetazo profético al procés independentista que estallaría años después. Ferran, con su bagaje anarquista y socialista, usa la novela para "destapar" lo que ve como una "espiral del silenci" en la política catalana —un tema que resuena en sus obras posteriores como El brazo friki del procés (2023). En un momento de auge nacionalista, el libro fue un escándalo menor: reseñado en librerías como Casa del Libro o Amazon, pero ignorado por la "crosta" mediática que critica. Hoy, con el posprocés, gana vigencia como diagnóstico de la fractura catalana.
En foros y blogs locales se elogia su "valentía" contra la autocensura.

Conclusión: ¿Por qué leerlo?Maleïda crosta no es para quienes buscan evasión; es para quienes quieren entender (y reírse de) el circo político catalán. Ferran convierte su rabia en arte accesible, recordándonos que la mejor crítica es la que duele porque es verdadera. Si te apasiona la sátira política (piensa en El aquí no hay quien viva pero con ideología), o si sigues el debate catalán, es imprescindible. Puntuación personal: 7.5/10 —brillante en denuncia, irregular en pulido literario. Si has leído sus columnas, este libro es su extensión natural: un grito libertario contra la "costra" que nos asfixia a todos.

3.10.25

PUEDES PEDIRLO EN AMAZON

 

´´‘Las tribulaciones de un gacetillero’ o cómo recuperar el aliento del periodismo Joan Ferran publica una historia en la que reclama que la verdad se imponga, aunque la ficción pueda resultar más útil y reporte más beneficios inmediatos al periodista 
 Manel Manchón   

Un tono melancólico, con la convicción de que muchas cosas se podían haber organizado mejor, porque había personas con ideas, con principios, que habían soñado algo menos prosaico, más humano. Sí, las mejoras están a la vista. El propio urbanismo en la ciudad de Barcelona. O las condiciones materiales para el conjunto de la sociedad. Pero el presente no augura un buen futuro. Lo sabe Joan Ferran, un político siempre combativo, que tuvo altas responsabilidades, en el PSC, en el partido, y en las instituciones y que, en los últimos años, ya desde la barrera, ha ido publicando historias sencillas, pero densas, en las que concentra todo lo que sigue defendiendo. Lo hace, de nuevo, en su último trabajo: Las tribulaciones de un gacetillero, entre la vanidad y el adanismo (Círculo Rojo). Como en ese enorme himno que fue y sigue siendo Love will tear us apart de Joy Division, el breve relato de Ferran destila una triste y bella emoción, pero hay nervio y fuerza. La música está presente en esas noches plácidas, en una población costera, donde el protagonista ha decidido retirarse, porque ya no tolera el ruido insoportable de Barcelona. A Manuel, el gacetillero que busca historias con las que pueda resurgir, las que consigan alimentarle el ego, le gusta Simon&Garfunkel. Claro, The sound of silence. Y también Jacques Brel, y aquella maravillosa Ne me quite pas Sí, Manuel está fuera de circulación. Porque los tiempos ya son otros. ¿Quién dijo que existía una línea ascendente a lo largo de la Historia? ¿Que la mejora sería continua? ¿Quién habla hoy de materialismo histórico? Ferran conoce bien esa historia, la de grupúsculos enfrentados, la de los matices quisquillosos. La de quien cree que tiene la verdad. Manuel, el periodista amortizado, la criatura de Ferran, quiere creer en el empuje del periodismo, pero se da cuenta de que las dificultades son casi insalvables. Y, ante dos historias posibles, se inclina por adornar un hecho histórico, indagando en hemerotecas. Prefiere escribir sobre un obrero torturado –con todos los datos comprobados, con el repaso de artículos de El Diluvio (1858-1939), o de La Vanguardia o de la Publicidad (1878-1922). Lo que desea es encumbrar al obrero, --el caso real de Francisco Oliva (Belliriquis) recuperar valores socialistas, dejar claro que fue víctima de la represión y del oscurantismo de la época, en 1899. Asoma la frustración Sin embargo, hay datos que obstaculizarán la labor de Manuel. Hechos que ‘falsarán’ –siempre hay que recurrir a Popper, aunque se lo podrá tildar de reformista y eso en los ambientes revolucionarios nunca fue bien visto— la interpretación que ya había establecido el periodista. Mala suerte. No podrá tener un titular sensacional. La historia se cae. Llega la frustración. Pero en Manuel hay un Joan Ferran que aparece. Que sigue con deseos de animar la fiesta. Que no se resigna, aunque ya las fuerzas no sean las mismas. Y esa frustración del gacetillero es también la del independentista que creía que todo estaba muy cerca. Es la frustración del historiador que ha forzado las cosas, de los que han inventado una academia particular para engañar. Es la frustración de los que quisieron utilizar los medios de comunicación públicos de la Generalitat para presentar una nueva realidad que nunca existió. El colmillo de Joan Ferran asoma. Limado, sí, porque a estas alturas es mejor no molestar demasiado. Pero está presente. Aparece TV3, una de las grandes asignaturas pendientes para el ex diputado. Él mismo estuvo implicado para que fuera ‘otra cosa’. Pero no fue. Mensaje directo, político Lo explica Manuel, enojado porque los medios públicos no ejercen su función de servicio y se convierten en “vocero del pensamiento dominante o del gobierno de turno”. Y surge el procés, claro. “Se instó a la ciudadanía a salir a la calle y manifestarse. La manipulación corrió a cargo de profesionales de reconocido prestigio integrantes, e intrigantes, del star-system de TV3. El incomparable Federico Fellini ya nos dejó dicho que la televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”. De fondo, pongan la música que deseen. Yo sigo escuchando a Ian Curtis. Ferran utiliza el presente, el verbo en el que se escriben los buenos reportajes. Manuel reflexiona, habla con los vecinos del pueblo en el centro social, que no puede ser otro que el Bar de la pequeña localidad. El mar calma los ánimos. La descripción de un entorno físico amable, que se idealiza para olvidar la guerra diaria que se vive en una gran ciudad, facilita la lectura. El escritor encuentra el tono. Y sabe lo que desea trasladar. A veces, eso sí, sin disimulo. ¿Algo forzado? El lector lo dirá. Es literatura, pero hay un mensaje directo, político, si todavía existe un respeto a ese concepto: todo lo que está relacionado con lo público, con la vida en una comunidad. ¿Quién quiere permanecer ajeno a eso? ¿Los idiotas, tal y como los señalaban los antiguos griegos? El narrador explica cómo se siente Manuel, y presenta el terreno una y otra vez. Se acuerda de los historiadores o profesionales de otros sectores que han querido ser políticos de obediencia nacionalista, los que han querido reducir el terreno de juego. Y quedan retratados algunos de ellos: Julià de Jòdar, Jaume Sobrequés, Agustí Colomines o Ferran Mascarell. No se olvidan otros, como Santi Vila, Oriol Junqueras, Francesc Marc Álvaro o Quim Nadal. Tampoco Pilar Rahola, claro. Ni los integrantes del INH, el Institut de Nova Història, que hace pasar por catalanes a insignes personajes de la Historia. La verdad existe Las reflexiones abundan. El lector avanza. El ritmo es bueno, de la historia personal de Manuel, que apunta a una segunda historia sobre el pasado nazi de algunas familias instaladas en Catalunya durante años, al comentario sobre el país. Manuel piensa en todo lo sucedido en las últimas décadas. Él ya no da mucho de sí. Pero golpea. Reprocha al populismo que ha pecado de “adanista”, de pensar que todo iba a pasar por ellos, esa izquierda alternativa que, como el independentismo, se ha quedado vacía, frustrada, noqueada. Hay, en todo caso, esperanza. El gacetillero debe subsistir, debe poder contar la verdad. Debe perseguirla, por encima de todo. Porque no es cierto que haya distintas verdades, o hechos alternativos, como señalan los trampistas. La verdad existe. Hay que buscarla. Aunque la precariedad sea grande.

24.9.25

1968 - Once Upon a Time in the West (Hasta que llegó su hora) Ennio Morr...

11.8.25

EN CIRCULACIÓN 'LAS TRIBULACIONES DE UN GACETILLERO'

 

Instalado en un pueblo con encanto de la costa mediterránea un veterano periodista, venido a menos, intenta recuperar la fama y el protagonismo perdido. En su incesante búsqueda de temas de impacto en el gran público deberá optar entre aplicar el rigor profesional o recurrir a falacias de conveniencia. En ‘Las Tribulaciones de un Gacetillero’ se narra el conflicto ético y moral al que se ve abocado el protagonista del relato, Manuel Berri, a la hora de afrontar su labor con honestidad intelectual. En las páginas de este ameno libro, más allá de las vicisitudes del protagonista, son objeto de reflexión cuestiones como la manipulación de la verdad, la creación artificial de mitos identitarios y el silencio consciente de algunos periodistas, políticos e historiadores.

EN LA CALLE A PRIMEROS DE SEPTIEMBRE

 

11.6.25

JOSEP RULL LA CAGA

 

 JOSEP RULL NO RUTLLA 





 D’un temps ençà hom sospita que quelcom misterios succeix al voltant de la presidencia del Parlament. Sembla com si el pes de la porpra, en lloc de aserenar i consolidar als triats per assumir el càrrec, esdevingui una llicència per desvariejar. Encara tinc present la anomenada ‘carta de la rancunia’ que la expresidenta Nùria De Gispert va adreçar a Inés Arrimadas per que retornes al seu poble de neixement, a Andalucia. Tota una mostra de xenofobia que, n’estic segur, no plau a la parroquia democristiana ni a molta gent de Junts. Tampoc ha estat exemplar, ni positiu, el pas per la presidencia del Parlament de la inmensurable Laura Borras. Una condemnada en ferm per prevaricació i falsetat documental que, jugant a fer-se la victima, va generar una notable inestabilitat institucional. Fins i tot la gent del seu partit, pel bé del país, volía que plegues. Per reblar el clau del cumul de desproposits al voltant de la presidencia de la Cambra enguany tenim l episodi que en Josep Rull ha protagonitzat al Palau de la Música. Tothom sap que aquet senyor es un nacionalista irredempt que no vol fer se gran, que viu atrapat a la sindrome de Peter Pan, que pensa que encara es el noiet de la JNC que orquestaba escraches contra els considerats enemics de la patria. Josep Rull, picant de mans com un hooligant, a un pam de Salvador Illa, s ha convertit en un president sectari i de fireta. Ha oblidat que el respecte a les institucions es un valor transversal a preservar per damunt dels interessos partidistes. Núria de Gispert, Laura Boràs i Josep Rull son a uls de molts catalans una tríade poc edificant. Si amics, no si val instrumentalitzar el que es , ho hauria de ser, de tots. Qui perd les formes -com ha fet en Josep Rull- per la idonietat.

29.5.25

MUCHO FACHA

 

                                                          NI OTTOS, NI BUKELES  
 
  Les enceses arengues protagonitzades pels representants de l’extrema dreta al Parlament de Catalunya, i als plens municipals de moltes de les nostres viles i ciutats, esdevenen tan lamentables com esferidores. Les seves intervencions des de la tribuna dels oradors, sovint s’omplen de paraules altisonants, mentre practiquen l’esport d'assenyalar a tort i a dret culpables. Ofereixen al ciutadà fórmules magistrals que tot ho curen malgrat saber que les seves propostes són un brindis al sol. Se les donen de moderns, d’estar en sintonia amb tot allò que prediquen els admiradors del Trump. Pero en realitat tots sabem que els seus eslogans i les seves propostes veuen de les fonts dels vells discursos dels reaccionaris. Quan escolto parlar als portaveus de VOX de la necessitat de ‘mano dura’, em transporto a la Guatemala del Partido Patriota d’Otto Pérez: una formació política condemnada per corrupció i per la violació sistemàtica dels drets humans. Quan escolto als deixebles d’Abascal lloar les mesures de Bukele a El Salvador, m’astoro. Catalunya i Espanya no es poden emmirallar en un país en estat d’excepció permanent que barreja sense pudor repressió amb propaganda. Per sort, almenys de moment, al nostre entorn més immediat aquests radicalismes ultra intransigents i apocaliptics no han aconseguit suport per governar. A les altres autonomies, on el PP necessita crosses per mantenir-se al poder, el conflicte ciutadà i l’escorament vers els extrems és un fet que està trencant la cohesió social. Potser és per aquestes circumstàncies, i d’altres, que en temes de seguretat un servidor respira tranquil quan llegeix a la Vanguardia l’entrevista que li han fet a la consellera d’Interior, Núria Parlón. Les seves propostes, sempre des d’una perspectiva social fidel als principis de les esquerres, prioritzen la prevenció per damunt de la repressió, la defensa dels drets humans i la col·laboració amb la ciutadania. Pero aquests aspectes -que són els clàssics- es veuen enguany complementats amb un augment dels efectius de mossos al carrer, l’aplicació de noves tecnologies de control vinculades a la seguretat, i més jutges. La consellera ens parla de la necessitat de que la policia catalana esdevingui un servei públic de proximitat capaç de trencar estereotips i apriorismes negatius. Per reblar el clau Parlon diu, també, que treballarà per tal que el cos dels Mossos d’Esquadra millori la seva autoestima. Això, sens dubte, serà bo per al país i per la ciutadania. Li desitjo bona feina, aquí no volem ni Ottos, ni Bukeles, ni Trumps.

20.5.25

CAMBALACHE - ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO LOS INMORALES NOS HAN ALCANZADO

14.5.25

POCO O NADA CONSTRUCTIVOS







QUI DESENDREÇA? 




 Vaig néixer i créixer al bell mig de Ciutat Vella. Al col·legi Collaso i Gil em varen ensenyar a llegir, i a l’església de Sant Pau del Camp, vestidet de mariner, vaig fer la primera comunió. La meva família i jo hem viscut sempre, per bé o per mal, vinculats a l’antic districte cinquè. Al llarg del temps he contemplat com desapereixien vells carrers, com naixia una Rambla, tancava Casa Leopoldo i es difuminaven els ambients que narrava en Vázquez Montalbán. A Ciutat Vella les he vist de tots colors, potser per això crec que els puc ben assegurar que mai com fins ara havia hagut tanta cura i recursos dedicats a la neteja del barri. Recordo que la senyora Rosa -una perruquera del carrer Nou de la Rambla- solia dir ‘No és més net qui més neteja sinó qui menys embruta’. A día d’avui aquesta dita popular ens convida a reflexionar i respondre, si menys no, a un parell de questions: com pot ser que amb un bon Pla com l’Endreça, i més diners que mai dedicats a la neteja, hi hagi algunes veus interessades en desprestigiar l’esforç que fa l’equip de Govern municipal de Barcelona? Si bé és cert que cal incentivar entre la ciutadania l’assumpció de determinats comportaments cívics -que tenen a veure amb una correcta utilització dels contenidors i dels horaris de recollida de deixalles- no és menys cert que algunes persones juguen, sense cap tipus de escrúpols, a intentar desgastar la tasca i la imatge de l’alcalde Collboni. Legítima aquesta actitud? Potser sí. Però poc ètica, i pròpia de busca-raons o vençuts. Aquests mateixos que s’esquinçen les vestidures afirmant que el Pla Endreça és un bluf són els que embruten parets enganxant cartells a tort i a dret mentre observen, amb displicència, com algunes persones es salten les normes. Així les coses, cal preguntar-nos: qui desendreça?

6.5.25

LA VIDA SIGUE IGUAL......EN LA TELE PÚBLICA CATALANA

 

‘DESDOGMATITZAR’ TV3


 Tots el governs del món, el català també, tenen assignatures pendents, feines inacabades i problemes no resolts. L’executiu que presideix Salvador Illa, al menys fins al día d’avui, ha aconseguit asserenar la política catalana convertint les estridències parlamentàries en tempestes passatgeres tan sols protagonitzades des dels extrems. Això es bo. Malgrat constatar que l’oposició no està disposada a facilitar de franc la governança, el país comença a funcionar. Hi ha però un espai comunicacional públic a Catalunya que sembla condemnat -com a la pel·lícula El show de Truman- a repetir fins a la sacietat els tics, les gracietes i les soflames d’un temps que no tornarà. I es que, mes enllà del contingut groller d’alguns programes d’humor i esbarjo, constatem que tant TV3 com Catalunya Ràdio insisteixen en esdevenir els altaveus permanents del relat ‘processista’. El lèxic i l’univers simbòlic que traspua una part sustancial de la programació de la graella dels mitjans públics catalans esdevé estrany per a molts sectors de la societat catalana. Els continguts, les definicions i els conceptes emprats transmeten un marc de referència arcaic que no és propi de una ràdio i televisió pagada amb diners de tothom. La normalització institucional que representa l’arribada al Govern de Salvador Illa hauria de tenir, com a principal exigència, garantir la neutralitat política dels mitjans, l’objetivitat i el respecte per les diferents sensibilitats socials i culturals del país. El tema no es soluciona amb un repartiment de temps de presència política en antena, el mercadeig de càrrecs directius o triant els invitats a tertúlies i programes. Amb això ja no ni ha prou. Els governs nacionalistes van crear uns mitjans partidistes i pro governamentals contaminant-los fins el moll de l’os. En defensa del dret a una informació veraç cal fer canvis i actuar amb rigor i sense por. La desdogmatització dels continguts i els missatges subliminals de TV3 i CatRàdio és a Catalunya l’assignatura pendent d’aprovar des de fa un munt d’anys. Som-hi!

2.5.25

"The Internationale" conducted by Arturo Toscanini--BANNED by U.S. censors!

25.4.25

Amália Rodrigues - Grândola, Vila Morena

22.4.25

ADIOS AMIGO DAGO

 




 
Aquí muere hasta el apuntador. Un viejo colega, ex primer secretario del PSC de Sant Marti, ha muerto solo y en el desamparo. Ni familia ni viejos compañeros de lucha politica le han velado. Me sabe mal, duele tanto abandono. Se llamaba Dagoberto Moreno y tuvo poder y dinero; luego, su buena estrella se fue eclipsando hasta quedar recluido en una modesta residencia de ancianos. No era un personaje importante y su marcha de este mundo ha sido más discreta que la cotidianidad de su vida. Vargas Llosa también falleció hace un par de días y la prensa le dedicará a lo largo del tiempo litros de negra tinta y pantallas luminosas. Pero el récord de loas, análisis y valoraciones de todo tipo se lo lleva el Papa Francisco que murió en Roma la mañana de ayer, lunes de Pascua. Para mi siempre fue un peronista creyente con don de gentes. Nadie sabe que rumbo va a tomar la Iglesia, nadie se atreve a predecir el futuro inmediato de la guerra de Ucrania, nadie sabe cuando y cómo terminara el genocidio de Gaza. Desconocemos el nivel de cordura de Trump. Solo sabemos que la muerte acompaña por igual a pobres, clérigos, poetas y tribunos.

13.4.25

Himno de Riego cantado (solemne, por mujer y hombre)