14.3.23
SALVADORES
TAMAMES
27.2.23
24.2.23
LOS MISTERIOS DE MACARENA OLONA
El periodista-mensajero siempre corre peligro de ser escarnecido. Estos últimos días se han prodigado los ataques contra Jordi Évole acusándolo de dar voz al fascismo. Su entrevista a la que fuera secretaria general del Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso, Macarena Olona, ha levantado tantas críticas como expectación. A los quejosos -de derecha y de izquierdas- les trae sin cuidado que las confesiones de la entrevistada sean relevantes, que aflore el malestar latente en el seno del partido e insinue poderes ocultos. A mi, al igual que a muchos ciudadanos, el tema me atrae. El ex presidente del Senado, Manuel Cruz, no se cansa de repetir que en este país hay más gente dispuesta a proclamar lo que rechaza que en mostrar lo que propone.
¿Voz al fascismo? No me gustan los debates nominalistas rebozados de apriorismos y pasión. Quizás por deformación académica me niego a etiquetar a Vox como un partido fascista. No vean en ello benevolencia ni justificación alguna. Todo lo contrario. Tan solo expreso el deseo de recuperar el nombre especifico de las cosas. Santiago Abascal no es un Ramiro Ledesma Ramos ni un Onésimo Redondo, es tan solo un político ultra reaccionario y conservador. Vox no es el típico colectivo de nostálgicos que desfila con camisas negras, pardas o azules y banderas rojigualdas estampadas con una ave rapaz. Nada de eso. Vox es la versión carpetovetónica de los Donald Trump y Bolsonaro. Lo de Vox es una amalgama de pensamiento anti-feminista sazonado con negacionismo histórico y laissez faire climático. Es también una puesta al día del integrismo reaccionario del viejo carlismo, de la verborrea parlamentaria del Partido Nacionalista Español de José Albiñana y de los escritos de Vázquez de Mella. Eso sí, con guiños y referencias constantes a personajes de la extrema derecha global como Aleksandr Dugin, -amigo de Putin- y envidia manifiesta a Marine Le Pen y Giorgia Meloni. Es también un regreso al Gabriele D’Annunzio que creó para sí, y para los suyos, una burbuja irreal y un discurso que la lógica política se encargó de doblegar. Por cierto, el mismo D’Annunzio que Jordi Pujol cita en sus primeros escritos recién reeditados. Guste o no, Vox está ahí, en las instituciones, con un nutrido grupo de concejales y diputados cogobernando en Castilla León. Y todos sabemos que su ascenso no obedece a unas elaboradas y atractivas propuestas programáticas, si no a la explotación –sin duda demagógica- de las asignaturas pendientes que los gobiernos de turno no han logrado aprobar. A saber: la inseguridad ciudadana, la inmigración, el conflicto territorial y las políticas de género. Ahí está el combustible que ha llevado a los reaccionarios a las instituciones y no la exaltación del fascismo.
Se lo dijo en cierta ocasion Giulio Andreotti a Alfonso Guerra: ‘Es verdad que el gobierno desgasta al que lo ejerce pero mucho más desgasta la oposicion’. Y en Vox se aprecia ya la fatiga de los materiales. En este sentido el caso de Macarena Olona deviene paradigmático. Los pésimos resultados obtenidos en las elecciones andaluzas actuaron como detonante. Su salida de la dirección dejó al descubierto la falta de unidad del partido y el descontento de las bases. Las ruedas de prensa de la alicantina denunciando la ausencia de democracia interna, el amago de creación de un nuevo partido, la retirada de Ortega Smith y el caos alrededor de Ramon Tamames han desestabilizado a Vox. Las insinuaciones de Macarena Olona en el programa de Jordi Évole de la Sexta proyectan sobre el partido que capitanea Santiago Abascal numerosos interrogantes. Macarena Olona lanza preguntas interesantes sobre la naturaleza de Vox tales como: ¿Quién manda desde la nube? ¿Es Vox, por ventura, un partido oscuro? Tiempo al tiempo para obtener respuestas. Los cordones sanitarios de los radicales, autodenominados antifascistas, suelen fallar. El abecé de la política recomienda escuchar y estudiar al adversario para, posteriormente, opinar y actuar con conocimiento de causa.
7.2.23
TRIAS & COLAU.....O LA RETROALIMENTACIÓN
¿CAERAN LOS BLOQUES?
MARTILLOS NEUMÁTICOS
29.1.23
MANIFESTACIONES.....
17.1.23
ENCUESTAS Y ENCUESTAS
6.1.23
LOS BANCOAS HAN DE APECHUGAR
HASTA LA EXTENUACIÓN
SIN TREGUA Y EN CAMPAÑA
UN POQUITO DE REALIDAD, POR FAVOR
A los presidentes chinos les encanta echar mano de refranes y proverbios tradicionales. Cuentan que Felipe González aprendió de Deng Xiaoping aquel que dice: ‘gato blanco o gato negro, da igual, lo importante es que cace ratones’. En el día a día de la política se puede aprender mucho de la vieja sabiduría china. Algunas expresiones o frases, como las referidas a los ‘tigres de papel’, son capaces de retratar cosas que aparentan ser una amenaza pero, en realidad, son inocuas o inofensivas. A Mao Zedong le gustaba emplear la frase de los felinos para describir al imperialismo americano. Consideraba que todos los reaccionarios eran tigres de papel, aparentemente fuertes y poderosos, pero en realidad asustadizos y carentes de garras. En el mundo de la política abunda esa especie de tigres. Seguí con suma atención el mensaje navideño que el president, Pere Aragonès, nos leyó desde la Biblioteca de Cataluña. He reflexionado mucho sobre ello. Me pareció inoportuno tanto por su contenido, como por el momento político en que ha sido verbalizado. El país no está para bromas. Llegué a la conclusión de que los republicanos no aguantan como es debido la presión de la CUP y Junts, les falta entereza. En jornada de canelones Aragonès volvió a la carga con el tema del referéndum y nos emplazó de nuevo a recorrer la vía canadiense. En su monólogo- como si se tratara de la señora Maisel de la serie, pero sin gracia- exigió responsabilidad a todos los partidos para aprobar los presupuestos de la Generalitat gratis et amore. Lamentablemente, respecto a las cuentas, en la hoja de servicios del president solo constan un par de pactos con guiños a los Comuns y poca cosa más. Escaso mérito hay en ese acuerdo. Ustedes ya saben, el de Jéssica Albiach es un grupo parlamentario pequeño y siempre dispuesto a ocupar titulares a cambio de cuatro carantoñas. Les va en ello la supervivencia política. Pues bien, a pesar de que la gente más sensata del país, empresarios, sindicatos e incluso influyentes medios de comunicación, aconsejan a Esquerra pactar las propuestas de Salvador Illa, los republicanos se resisten. Pero la vida fluye y a ERC le ha llegado el momento de la verdad, la prueba del nueve a la que se ha de enfrentar un gestor político si quiere gobernar con solvencia. ¿Pragmatismo o postureo permanente? Esa es la cuestión. Y en esta tesitura también le llega el turno de deshojar la margarita al PSC. Los socialistas deberán decidir en última instancia qué hacer y cómo hacerlo. En el haber de Illa consta un método opositor respetuoso, constructivo, con infinidad de llamamientos a la concordia y el pacto. En materia presupuestaria son conocidas sus exigencias en el ámbito de la actividad económica y en el terreno de las grandes infraestructuras. Si los presupuestos fracasan por la escasa cintura del Govern, no va a ser creíble echar las culpas al principal partido de la oposición. De nada sirven las editoriales buenistas de algunos medios y los llamamientos a la sensatez de los subvencionados. Si el ejecutivo catalán se obsesiona y bloquea por el qué dirán sus competidores independentistas, la cosa se pondrá difícil. Pere Aragonès y su gobierno son una versión postmoderna del tigre de papel de los chinos. Cuando les conviene sacan el espantajo de la autodeterminación y el referéndum para atemorizar adversarios y alimentar a sus bases; despiertan la ira de la España profunda y sobre ella intentan reiniciar la espiral de los malos rollos. Ese proceder ya no cuela. Va tantas veces ese cántaro a la fuente que conviene romperlo. Salvador Illa puede hacerlo. Comparto la tesis de mi amigo Toni Bolaño cuando afirma ‘si Aragonès quiere presupuestos tendrá que arremangarse’. En Madrid ya han pasado la página de las cuentas, la legislatura española tiene su propia lógica y en periodo electoral no convienen las mezclas. Con solo treinta y tres diputados los republicanos ni son fuertes ni estan para rugidos. Si anuncian, como han hecho Junqueras y Aragonès, volver a la agitación y propaganda del pasado hay que reflexionar y obrar en consecuencia. Salvador Illa ganó las elecciones y en sus manos está apaciguar las pulsiones cainitas de los tigres de papel a la catalana.
15.12.22
NOSTÁLGICOS DEL 1 DE OCTUBRE
GROSEROS SIN FRONTERAS
CONTRA LO TABERNARIO
UN POZO SIN FONDO LLAMADO TV3
¿CIEN MILLONES MÁS?
22.11.22
15.11.22
TIEMPOS DIFICILES
EL EQUILIBRIO
MOVIDAS Y MÁS MOVIDAS----
SIEMPRE IGUAL CON TV3
¿CIEN MILLONES MÁS?
IBERIA
IBERISMO PRÁCTICO