30.1.11
29.1.11
CiU: INDEPENDENTISTES A HORES CONVINGUDES
27.1.11
26.1.11
CiU = CyE ( CENTRIFUGADOS Y EXCUSAS)..
23.1.11
PP I PERILL COMENCEN PER "P".....
Hi ha qui diu que el nostre país és especialista en minimitzar les coses importants i fer tràgiques altres que tan sols mereixen ser secundàries. Sovint veiem com alguns polítics –o analistes entestats en fomentar el mal humor- s’esforcen en treure-li importància i significat a tot allò que en té de debò. El senador socialista Ramon Aleu, de l’Entesa Catalana, ha estat el primer polític en utilitzar en el Ple del Senat una de les llengües cooficials. El fet és quelcom més important que una foto de ses senyories col·locant un auricular de disseny a ses il·lustres orelles. Tots aquells que desitgem de bona fe la reforma en profunditat de la càmera alta estem satisfets. No és cap secret, volem que el Senat esdevingui un veritable àmbit de representació territorial de les diferents regions i nacionalitats de l’estat espanyol. Valorem con una fita important el fet de que la llengua catalana hagi entrat a la cambra. Insuficient? Sí però, significativa.
I si José Maria Aznar va ironitzar sobre el “pinganillo” i el líder del PP, Mariano Rajoy es va a atrevir a dir que “esto en un país normal no se produce” la veritat és, amics meus, que l’únic símptoma de anormalitat que jo trobo en aquest país, és la celebració d’un “sínode popular” a Sevilla sota la batuta d’un dels falcons/botxins de la guerra d’Irak, corejat per gent tan sota sospita com són els Camps, Fabra i todos los demàs.
20.1.11
COLOM EMPURAT O INDULTAT ?
19.1.11
LA SEGONA EDICIÓ JA ÉS A LES LLIBRERIES
16.1.11
XAVIER TRIAS "ESPREMUT" I SENSE SUC.....
Les eleccions primàries a la sí del Partit Socialista tornen a ser notícia. Lluny queden aquelles famoses primàries que varen confrontar Joaquin Almunia i Josep Borrell. A prop queden les protagonitzades per Trinidad Jiménez i Tomás Gómez. Des de que el socialisme espanyol va adoptar aquest mètode de selecció per dirimir diferències, ambicions i desig de canvi, ha plogut molt.
L’analista i sociòleg Carles Castro, alertava des de les pàgines d’un influent rotatiu català sobre les possibles conseqüències no desitjades d’aquest sistema competitiu i feia un breu resum històric del fenomen. Castro acabava el seu article preguntant-se sobre la seva oportunitat en el cas de la ciutat de Barcelona. Un servidor de vostès no és endevinador, ni gosarà aventurar resultats. Com és obvi, són molts els vectors que incidiran sobre el procés però, el que sí he pogut detectar, és la inquietud i el nerviosisme que ha despertat l’anunci de les primàries socialistes en el principal competidor de l’alcalde Hereu en la cursa electoral. Li ha faltat temps a l’espremut veterà Xavier Trias per dir que el procés de primàries socialistes ha esdevingut un espectacle dantesc. Li ha sobrat temps a Artur Mas per opinar al respecte convertint el Govern en un activista de la campanya municipal. Per què? Doncs de ben segur per què un procés d’aquesta índole crida l’atenció, desperta interès, fa prendre posició i permet explicar el que es vol per la ciutat i com es vol. Precisament tot el contrari del que desitjaven en Xavier Trias i la seva gent.
15.1.11
SOBRE "EL FRACASO DE LA IZQUIERDA EN CATALUNYA"
Articulo de Javier Cercas en ElPais
La obsoleta visión de los socialistas catalanes va en paralelo al envejecimiento de su dirección
Parte de la explicación hay que buscarla en la historia. El triunfo de Franco en la guerra supuso el triunfo del nacionalismo español y la derrota de los demás nacionalismos hispánicos, empezando por el catalán; este hecho provocó uno de los muchos automatismos políticos que recorrieron la dictadura: puesto que el nacionalismo español era malo, los demás nacionalismos hispánicos eran buenos; y, puesto que el nacionalismo español era de derechas, los demás nacionalismos hispánicos eran o podían ser de izquierdas. Fue el franquismo quien oscureció, por tanto, la doble evidencia de que la expresión izquierda nacionalista es un oxímoron y la expresión derecha nacionalista es un pleonasmo. Dicho esto, no es extraño que el franquismo, al fin y al cabo la manifestación más larga y descarnada del nacionalismo español en el siglo XX, provocase por contraste el fortalecimiento del resto de los nacionalismos hispánicos, ni siquiera que la falacia del buen nacionalismo de izquierdas dominase la Transición; lo que sí es extraño es que, más de 30 años después, todavía domine a la izquierda. Esta es a mi juicio la causa profunda del fracaso de la izquierda en Cataluña: el hecho de que sigue siendo prisionera de un discurso de resistencia que sirvió en el pasado antifranquista pero no sirve en el presente democrático. Como mínimo en el caso de los socialistas, es difícil no atribuir la perduración anormal de ese discurso obsoleto y envejecido al envejecimiento de sus líderes, quienes, a diferencia de los líderes de los demás partidos políticos catalanes, siguen siendo casi los mismos desde hace 30 años. Solo así puede explicarse la reacción de algunos notorios socialistas a la última debacle electoral: según ellos, el PSC no perdió las elecciones por ser demasiado nacionalista, sino por serlo demasiado poco, y su problema serían los 120.000 ciudadanos que votaron al partido en las autonómicas de 2006 y han votado a los nacionalistas auténticos de CiU en 2010. Pero, como todo el mundo sabe, el problema electoral del PSC es mucho más antiguo y más serio: es el problema de los varios cientos de miles de ciudadanos que, reiteradamente, votan socialista en las elecciones generales y se quedan en casa en las elecciones autonómicas; baste recordar que en las últimas generales el PSC cosechó 1.600.000 votos, mientras que en las últimas autonómicas no ha llegado a los 600.000: más de un millón de votos de diferencia. Ese es el verdadero problema: el de todos los ciudadanos que no se sienten concernidos por el tradicional catalanismo de izquierdas del PSC, no, cabe conjeturar, porque sea de izquierdas, sino porque está colonizado por el nacionalismo. ¿Quiere eso decir que todos los votantes izquierdistas perdidos en las elecciones autonómicas son nacionalistas españoles y que, para no perderlos, el PSC tiene que cambiar el catalanismo de izquierdas por el españolismo de izquierdas? En mi opinión, no: solo quiere decir que la izquierda catalana debe rechazar la confrontación entre nacionalismos rechazando por igual y por las mismas razones -por ser ambos irracionalistas, comunitaristas e insolidarios, es decir, fundamentalmente reaccionarios- el nacionalismo catalán y el español; o dicho de otro modo: debe romper con su discurso tradicional construyendo a cambio un discurso que, antes que catalán o español, sea un discurso de izquierda, un discurso capaz de enfrentarse sin ambigüedades a la hegemonía del discurso nacionalista.
No será fácil. El nacionalismo catalán es una industria boyante; igual que el independentismo, en los hechos un nacionalismo sin eufemismos cuya misma existencia depende precisamente, como ha escrito Jordi Soler, de que sus objetivos teóricos no se cumplan: si algún día Cataluña fuera independiente la industria se acabaría, lo que autoriza a sospechar que incluso muchos independentistas no quieren la independencia más que de boquilla. Por otra parte, el antinacionalismo catalán de los nacionalistas españoles es una industria no menos boyante; aunque ya sea un cliché, es verdad que el nacionalismo catalán vive del victimismo, pero se olvida que el antinacionalismo catalán vive a menudo de la misma pamema: decir que la sociedad catalana es una sociedad totalitaria, como repiten tantos antinacionalistas catalanes, es un alarde interesado de ignorancia o un insulto para quienes viven en sociedades totalitarias. Sobra añadir que es legítimo defender la independencia de Cataluña; pero también es legítimo estar contra ella y pensar (como pensamos muchos a quienes repugna tanto el nacionalismo español como el catalán) que los catalanes, los españoles y los europeos viviremos mejor si Cataluña sigue unida a España que si se separa de ella. Mucho más que la derecha, la izquierda catalana debería defender esta convicción, pero lo cierto es que, por permanecer anclada en un discurso caduco y por temor a ser tildada de españolista, no lo hace o lo hace solo a ratos y con la boca pequeña y de refilón, dejando esa causa en manos del PP y de partidos de espontáneos, demagogos y boy scouts de la política.
Entre un nacionalismo y otro, entre una y otra inercia, no será fácil, no, construir un discurso distinto. Tomemos por ejemplo el vidrioso asunto de la lengua. Aquí la victoria de los nacionalistas parece completa: la prueba es que, mediante una amañada identificación entre lengua e ideología, parecen habernos convencido a todos de que solo ellos pueden defender los derechos de los catalanohablantes, de que la prosperidad del catalán equivale a la prosperidad del nacionalismo y en definitiva de que el catalán es cosa suya y no de todos aquellos que lo hablamos, incluidos los que no somos nacionalistas y no compartimos sus objetivos. Esta trampa es tan sibilina que muchos antinacionalistas han caído en ella y han acabado suministrando sin quererlo el carburante ideal para los nacionalistas. Así, por ejemplo, es frecuente que ciertos antinacionalistas comparen la política lingüística catalana con la del franquismo y se pregunten, como hacía uno de ellos en este periódico, "por qué el empeño franquista de cohesionar a España por medio de la inmersión lingüística en castellano fue un atropello, pero el mismo método aplicado en Cataluña supone una reivindicación progresista". Como sabemos quienes padecimos en carne propia la escuela franquista catalana y quienes padecemos por persona interpuesta la escuela democrática catalana (empezando por José Manuel Blecua, flamante director de la Real Academia), la respuesta a esa pregunta es sencilla: primero, porque el método franquista y el democrático no son idénticos; y, segundo, porque el resultado de ambos métodos es opuesto: nosotros salimos de la escuela franquista sin saber una sola palabra de catalán, mientras que, según demuestran una y otra vez las pruebas de competencia lingüística, nuestros hijos salen de la escuela democrática sabiendo tan bien (o tan mal) el catalán como el castellano. Esto no significa por supuesto que la política lingüística catalana no presente problemas, ni sobre todo que no los presente la obligada y gozosa convivencia entre dos lenguas, pero sí significa que comparaciones tan desafortunadas como la que he mencionado no ayudan en absoluto a corregir los abusos lingüísticos concretos ni sirven para combatir las falacias del nacionalismo ni para resolver los problemas reales que nos plantea a quienes lo enfrentamos a diario; también significa que hay que desmontar de una vez la trampa de los nacionalistas y separar el debate lingüístico del debate político: defender el derecho a usar el catalán no equivale a defender el nacionalismo catalán, igual que defender el derecho a usar el castellano no equivale a defender el nacionalismo español; defender el derecho a usar una lengua es solo defender los derechos legítimos de los hablantes de esa lengua.
No será fácil, repito: ni en el asunto de la lengua ni en nada. Pero es muy posible que en la construcción de ese nuevo discurso necesario se juegue la izquierda catalana su futuro.
14.1.11
XAVIER TRIAS AVUI JA PATEIX INSOMNI
11.1.11
PSC NECESSITA UN "RESET"
És cert, el resultat de les darreres eleccions al Parlament de Catalunya ha situat el PSC en el punt de mira de tertulians, analistes i pseudofuturòlegs. És cert, el PSC ha encetat un procés intern de reflexió que segurament no estarà exempt de controvèrsies i matisos, de consens i dissens. I també és cert que els alcaldes, i molts membres del partit, prefereixen que tots els esforços que siguin capaços de generar la gent d'esquerres i de progrés del país es focalitzin en les properes eleccions municipals per guanyar-les. Lògic tot plegat. Però, dit això, sóc dels que pensen que aquest procés de profunda introspecció i renovació -alguns demanen que es faci a la velocitat de la llum- requereix, en canvi, el seu temps i un ritme serè, pausat. No s'hi val a improvisar, a treure quatre resolucions a corre-cuita i fotografiar un munt de rostres seductors i amables per satisfer la demanda o la curiositat mediàtica. No. El PSC no pot ni ha d'actuar arrossegat pel que un bon amic meu anomena «temps mediàtic», sinó que ho ha de fer amb perspectiva històrica, amb un projecte polític pensat a mig i a llarg termini. El PSC, i l'esquerra en general, més enllà del resultat d'unes eleccions, ha de reflexionar sobre els nous reptes que ens vénen a sobre i que han provocat la desorientació de milers de progressistes arreu del món occidental. Raimon Obiols ens deia fa poc, en aquestes mateixes planes, que calia recuperar la voluntat d'entendre els reptes i els canvis de la societat. Absolutament d'acord. Però tan important com entendre el que succeeix és actuar col·lectivament sobre aquests canvis sobre la base d'uns valors i unes idees que han estat, i són, els propis de les esquerres. Caldrà explicar sense complexos a treballadors i classes mitjanes que avui se senten políticament orfes on és l'origen i quina matriu té la crisi actual; caldrà exposar el perquè de les mesures d'emergència adoptades pels governs, la seva raó de ser i els imperatius provinents dels Pirineus enllà. Caldrà despullar el sistema, dir-li que va nu i obrar en conseqüència. Caldrà...
No és sols el PSC el que està engripat. És l'esquerra europea en conjunt que està empiocada sota els efectes col·laterals d'una crisi econòmica, i de referents, que situa molts països del continent en mans de polítics populistes, si no xenòfobs. I és que, amics meus, més enllà de la conjuntura puntual, més enllà de la confecció d'equips de direcció partidària i de fabricar candidats, els socialistes hem de decidir fins on cal presentar la batalla de les idees en defensa d'allò que portem en els nostres gens fundacionals i que no ha caducat.
Modestament penso que l'elecció d'un nou primer secretari, o l'existència d'un grup parlamentari propi a Madrid, esdevé important sí, però secundari, davant el repte de decidir quina és la frontera, la línia vermella que no s'ha de traspassar, al voltant d'aspectes irrenunciables del pensament de les esquerres. ¿Quins són avui al meu entendre aquests temes? Es deu preguntar l'amic lector. Doncs, per exemple, la creació de consciència, organització i acció col·lectiva enfront dels efectes perversos de la proposta neoliberal i l'hegemonia mediàtica de la dreta. O, ¿per què no? El combat contra els apologetes de les privatitzacions a dojo i el desmantellament de l'Estat del benestar. A tot això hi podem afegir el combat ideològic enfront de l'actual onada neopopulista contra la immigració i els que són diferents. O, si més no, la defensa del pluralisme i dels drets individuals restablint valors de referència i qualitat en el sistema democràtic...
Després de tanta pragmàtica difuminació d'idees que ens eren pròpies, en benefici de la governabilitat i de la bona gestió, ha arribat l'hora de marcar novament posició i recuperar amics, discurs, relat, presència i influència social.
Tornant a les coses concretes de casa, a Catalunya, el PSC ha de defensar l'autogovern, la convivència civil i lingüística i la cohesió social com a eixos del que ha de ser un programa alternatiu a la proposta que prediquen els nacionalistes d'Artur Mas. Però aquesta voluntat dels socialistes de ser alternativa de govern, perquè sigui sòlida, s'haurà de sustentar en uns fonaments clarament diferenciats dels de la dreta. Les polítiques socials juguen aquí un paper central, però també el tractament específic del fenomen immigratori, l'atur juvenil o la marginació social, entre d'altres. Fins al punt que, a curt termini, el programa i la praxi dels gestors socialistes als ajuntaments haurà de vèncer les inèrcies i les pressions d'un discurs que ja triomfa a molts indrets d'Europa i que se sustenta en les pors i la inseguretat. L'esquerra té valors de futur i necessita que algú els defensi sense ambigüitats. A casa nostra aquest algú és i ha de ser, en primer terme, el PSC. De manera immediata ho pot apuntar ja en el seu discurs municipal, però no n'hi haurà prou. La veritable prova del nou tindrà lloc en el procés de debat intern que s'ha de celebrar la tardor que ve i que ha de cloure amb un nou equip de direcció, és obvi, però també amb l'elaboració d'un relat i un discurs suficientment renovats i d'acord amb els temps que vivim.
9.1.11
ARTUR MAS I LES RUPTURES.....
Ja ha transcorregut més d’un mes des de que CiU va guanyar nítidament les eleccions catalanes. Durant aquest temps transcorregut hem pogut llegir, escoltar i veure multitud de reportatges i entrevistes sobre la vida i miracles d’Artur Mas i els seus consellers. Però, el temps de passarel·les i fotografies s’acaba i comença l’hora de la veritat, l’hora de governar. El govern de José Montilla ja ho va explicar en el seu dia, i ara el nou president no perd ocasió per recordar-ho: la situació econòmica de la Generalitat és “justeta”. S’ingressa menys i les despeses a cobrir són moltes. Doncs sí. Les coses estan així. Davant d’aquesta realitat, sabuda des de fa temps, tinc la impressió –després de llegir i escoltar les darreres declaracions del senyor Mas- que hom pretén centrifugar les responsabilitats sobre altres i recórrer novament a culpabilitzar a la gent que mana a nivell de l’estat. Si bé és cert que queden un munt de serrells i negociacions per resoldre satisfactòriament a Madrid, i que caldrà fer-ho amb rigor i energia, l’executiu convergent no pot caure en una retòrica típica i tòpica destinada a emmascarar el pànic que li genera governar en temps difícils.
Quan Mas omple titulars amenaçant amb ruptures si no es donen certes condicions evolutives a Espanya crec que comet un error, una fugida verbal endavant de la que no en traurà res més que prevencions per part dels altres. Governar avui en dia, en l’actual situació, és difícil. També ho era pel president Montilla, recorden?.
Intentar explicar a la ciutadania que cal fer esforços per avançar i sortir de la crisi em sembla perfecte, però la gesticulació en excés, com a antídot al pànic que genera governar en temps difícils, no.
7.1.11
URGE IMAGINAR NUEVOS PLANTEAMIENTOS
La urbanización masiva no es la única forma en la que el mundo puede sobrevivir a la explosión demográfica. Es necesario que imaginemos nuevos modelos de convivencia que les devuelvan a los pueblos sus tierras y sus costumbres.
Quinientos millones de personas viven hoy sin hogar o en chabolas en las ciudades del mundo. El Centro de la ONU para Asentamientos Humanos (Hábitat) ha publicado un informe con una llamada de emergencia: El mundo no está preparado para la urbanización del siglo XXI ya que casi la mitad de la humanidad vivirá en ciudades.
En la cumbre de Copenhague, la ONU alertaba ante los problemas del hambre y advertía que está en curso una "explosión social" como jamás había conocido la historia,
No nos es lícito reservar nuestras energías para paliar los efectos de causas estructurales injustas. Las organizaciones humanitarias no pueden quedar reducidas al papel de "apaga fuegos" haciendo llamadas a la emotividad de las gentes cuando sobrevienen las catástrofes. Según el Informe, en el 2025, el 80 por ciento de la población urbana del planeta pertenecerá a países empobrecidos. Es preciso que la opinión pública tome conciencia de esta realidad y busquemos soluciones entre todos.
El mundo no está preparado para la urbanización del siglo XXI ya que casi la mitad de la humanidad vivirá en ciudades.
"Una persona sin hogar es lo mismo en cualquier sitio" y por eso se precisa una coordinación entre gobiernos, empresas privadas e instituciones humanitarias. Es discutible la afirmación de que "la urbanización masiva es la única forma en que el mundo puede sobrevivir a la explosión demográfica". Eso será mientras se mantengan los actuales parámetros y el modelo de desarrollo deshumanizado, consumista y de explotación que impusimos a los pueblos del mal llamado Tercer Mundo. Al desarraigar a las poblaciones de sus tierras y costumbres tradicionales hemos formado ejércitos de nómadas sin rumbo, sin pastos y sin ganados. Los nuevos bárbaros tienen que dirigirse hacia el limes del Imperio y traspasarlo. No se los puede confinar en ghettos ni actuar como si los países ricos del Norte no fuéramos responsables del empobrecimiento de los pueblos de Sur al imponerles unos modelos, unos cultivos, unas necesidades, unas formas incompatibles con sus raíces. Todo lo que no sea un desarrollo endógeno, sostenible, equilibrado y global llevará a la desertización de las tierras y de los seres humanos.Junto a un control de la explosión demográfica eficaz y humano, apoyado en una educación digna, es necesario imaginar nuevos planteamientos y modelos de convivencia que devuelvan a las personas al cultivo de la tierra, de las artes, y de los oficios, así como de la inteligencia y del corazón en un ambiente que no se degrade y se convierta en el mayor desastre ecológico de este planeta. Δ
José Carlos Garcia Fajardo. publicado en ATTAC
4.1.11
CAL CONTINUAR FOMENTANT POLÍTIQUES ACTIVES D'OCUPACIÓ
“Constatem que la destrucció de llocs de treball s’ha aturat, seguint la tendència dels darrers mesos”
El diputat i membre de la Direcció del Grup Parlamentari Socialista, Jaume Collboni, ha valorat positivament les dades d’atur de l’any 2010 conegudes avui, afirmant que “constatem que la destrucció de llocs de treball s’ha aturat, seguint la tendència dels darrers mesos”.
Collboni ha recordat que les dades d’atur del desembre suposen la major caiguda de l’atur en aquest mes des de l’any 2000 , tot i que ha afegit que aquest fet “no ens ha de fer desistir en la lluita contra la major preocupació dels i les ciutadanes”. En aquest sentit, el diputat socialista ha insistit en la “necessitat de continuar fomentant les polítiques actives d’ocupació i prioritzar la formació professional”, una estratègia que ja figurava en les mesures del Pacte Anticrisi impulsat per l’anterior govern i que va comptar amb el suport dels agents socials.
En el capítol de reclamacions al govern català, Jaume Collboni li ha recordat “el compromís d’investidura a què van arribar el PSC i CiU, que passava per convocar l’Acord Estratègic per la internacionalització, la qualitat de l’ocupació i la competitivitat de l’economia catalana, amb una prioritat indiscutible: crear ocupació”. “El nostre compromís amb la lluita contra la destrucció d’ocupació continua més vigent que mai i esperem la mateixa determinació per part del govern del senyor Mas”.
DIETARI SUBJECTIU D'UNA LEGISLATURA
EL QUADRIENNI DELS BÀRBARS
Pere Rusiñol (Diari Publico):
"Aquest és un llibre estrany: un dirigent polític en actiu i en primera línia dient el que pensa. I a més, dient un munt de coses políticament incorrectes, que li provocaran, de ben segur, més d’un ensurt: entre adversaris, però també entre els amics. És un llibre farcit de bombes. I això és precisament el que el fa més interessant
A LA VENDA A LES PRINCIPALS LLIBRERIES